El                Libro de Enoc 
              Capítulo 1
             
              1 Palabras de bendición con las que bendijo Enoc a los elegidos                justos que vivirán en el día de la tribulación,                cuando serán rechazados todos los malvados e impíos,                mientras los justos serán salvados.
             
              2 Enoc, hombre justo a quien le fue revelada una visión del                Santo y del cielo pronunció su oráculo y dijo: la                visión del Santo de los cielos me fue revelada y oí                todas las palabras de los Vigilantes y de los Santos y porque las                escuché he aprendido todo de ellos y he comprendido que no                hablaré para esta generación sino para una lejana                que está por venir.
             
              3 Es acerca de los elegidos que hablo y a causa de ellos que pronuncio                mi oráculo: el Único Gran Santo vendrá desde                su morada
             
              4 El Dios eterno andará sobre la tierra, sobre el monte Sinaí                aparecerá con su gran ejército y surgirá en                la fuerza de su poder desde los alto de los cielos.
             
              5 Y todos los Vigilantes temblarán y serán castigados                en lugares secretos y todas las extremidades de la tierra se resquebrajarán                y el temor y un gran temblor se apoderarán de ellos hasta                los confines de la tierra.
              (St 2:19)
             
              6 La altas montañas se resquebrajarán y derrumbarán                y las colinas se rebajarán y fundirán, como la cera                ante la llama.
             
              7 Y la tierra se dividirá y todo lo que está sobre                la tierra perecerá y habrá un juicio sobre todos.               
             
              8 Pero con los justos Él hará la paz y protegerá                a los elegidos y sobre ellos recaerá la clemencia y todos                ellos pertenecerán a Dios, serán dichosos y benditos,                los ayudará a todos y para ellos brillará la luz de                Dios.
              (4Es 2:35)
             
              9 Mirad que Él viene con una multitud de sus santos, para                ejecutar el juicio sobre todos y aniquilará a los impíos                y castigará a toda carne por todas sus obras impías,                las cuales ellos han perversamente cometido y de todas las palabras                altaneras y duras que los malvados pecadores han hablado contra                Él.
              (Dt 33:2; Judas 14-15)
             
             
              Capítulo 2
             
              1 Observad todas las cosas que ocurren en el cielo, cómo                las luminarias del cielo no cambian su ruta en las posiciones de                sus luces y cómo todas nacen y se ponen , ordenadas cada                una según su estación y no desobedecen su orden.
              (Ac 17:26,25)
             
              2 Mirad la tierra y presta atención a sus obras, desde el                principio hasta el fin, cómo ninguna obra de Dios sobre la                tierra cambia, y todas son visibles para vosotros.
             
              3 Ved las señales del verano y las señales del invierno,                cómo la tierra entera se llena de agua y las nubes rocían                la lluvia sobre ella.
              (Mt 16:3; LC 12:54-57)
             
             
             
              Capítulo 3
             
              1 Observad y ved cómo todos los árboles se secan y                cae todo su follaje; excepto catorce árboles cuyo follaje                permanece y esperan con todas sus hojas viejas hasta que vengan                nuevas tras dos o tres años.
             
             
             
              Capítulo 4
             
              1 Y otra vez observad las señales del verano, cómo                en Él el sol quema y rescalda y entonces sobre la superficie                ardiente de la tierra buscáis sombra y refugio del ardor                del sol, sin encontrar forma de marchar ni por el suelo y ni por                las rocas, a causa del calor.
             
             
             
              Capítulo 5
             
              1 Observad y ved todos los árboles, cómo en todos                ellos despuntan las hojas verdes y los cubren y todos sus frutos                son para adorno y gloria, Ensalzad y considerad todo estas obras                y sabed cómo el Dios vivo, el que vive eternamente, Él                ha hecho todas esas cosas.
             
              2 Cómo todas sus obras prosiguen de año en año                hasta siempre y todas le obedecen sin alteraciones y todo pasa como                Dios lo ha estatuido.
             
              3 [Y ved como los mares y los ríos de igual forma cumplen                y no cambian sus tareas, según los mandamientos de Él.]               
             
              4 Pero, vosotros cambiáis sus tareas y no cumplís                su palabra y en cambio la habéis transgredido y habéis                ultrajado su grandeza con palabras altaneras e hirientes de vuestra                boca impura. Duros de corazón, ¡no habrá paz                para vosotros!
             
              5 Por ello maldeciréis vuestros días y los años                de vuestra vida se perderán; pero los años de vuestra                destrucción se multiplicarán como una maldición                eterna, y no habrá misericordia ni paz para vosotros.
             
              6 En esos días vuestros nombres significarán maldición                eterna para todos los justos y en vosotros serán malditos                todos los malditos y por vosotros jurarán todos los pecadores                y malvados.
             
              7 Para los elegidos habrá luz, alegría y paz y heredarán                la tierra, pero para vosotros impíos habrá maldición.               
              (Sal 37:11; Mt 5:4)
             
              8 Y entonces la sabiduría se dará a los elegidos y                vivirán todos, y no pecarán más ni por olvido                ni por orgullo, sino que en cambio los que sean sabios serán                humildes
             
              9 No transgredirán más ni pecarán el resto                de su vida, ni morirán por el castigo o por la ira divina,                sino que completarán el número de los días                de su vida. Su vida será aumentada en paz y sus años                de regocijo serán multiplicados en eterna alegría                y paz por todos los días de su vida.
             
             
             
              Capítulo 6
             
              1 Así sucedió, que cuando en aquellos días                se multiplicaron los hijos de los hombres, les nacieron hijas hermosas                y bonitas;
             
              2 y los Vigilantes, hijos del cielo las vieron y las desearon, y                se dijeron unos a otros: "Vayamos y escojamos mujeres de entre las                hijas de los hombres y engendremos hijos".
              (Gn 6:1-4)
             
              3 Entonces Shemihaza que era su jefe, les dijo: "Temo que no queráis                cumplir con esta acción y sea yo el único responsable                de un gran pecado".
             
              4 Pero ellos le respondieron: "Hagamos todos un juramento y comprometámonos                todos bajo un anatema a no retroceder en este proyecto hasta ejecutarlo                realmente".
             
              5 Entonces todos juraron unidos y se comprometieron al respecto                los unos con los otros, bajo anatema.
             
              6 Y eran en total doscientos los que descendieron sobre la cima                del monte que llamaron "Hermon", porque sobre él habían                jurado y se habían comprometido mutuamente bajo anatema.               
             
              7 Estos son los nombres de sus jefes: Shemihaza, quien era el principal                y en orden con relación a él, Ar'taqof, Rama'el, Kokab'el,                -'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el, 'Asa'el, Harmoni, Matra'el,                'Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el, Turi'el, Yomi'el,                y Yehadi'el.
             
              8 Estos son los jefes de decena.
             
             
             
              Capítulo 7
             
              1 Todos y sus jefes tomaron para sí mujeres y cada uno escogió                entre todas y comenzaron a entrar en ellas y a contaminarse con                ellas, a enseñarles la brujería, la magia y el corte                de raíces y a enseñarles sobre las plantas.
             
              2 Quedaron embarazadas de ellos y parieron gigantes de unos tres                mil codos de altura que nacieron sobre la tierra y conforme a su                niñez crecieron;
             
              3 y devoraban el trabajo de todos los hijos de los hombres hasta                que los humanos ya no lograban abastecerles.
             
              4 Entonces, los gigantes se volvieron contra los humanos para matarlos                y devorarlos;
              (Sal 14:4; Mi 3:3)
             
              5 y empezaron a pecar contra todos los pájaros del cielo                y contra todas las bestias de la tierra, contra los reptiles y contra                los peces del mar y se devoraban los unos la carne de los otros                y bebían sangre.
              (Jr 12:4)
             
              6 Entonces la tierra acusó a los impíos por todo lo                que se había hecho en ella.
              (Gn 6:5-11,13; Ap 12:16)
             
             
              Capítulo 8
             
              1 Y 'Asa'el enseñó a los hombres a fabricar espadas                de hierro y corazas de cobre y les mostró cómo se                extrae y se trabaja el oro hasta dejarlo listo y en lo que respecta                a la plata a repujarla para brazaletes y otros adornos. A las mujeres                les enseñó sobre el antimonio, el maquillaje de los                ojos, las piedras preciosas y las tinturas
             
              2 Y entonces creció la mucho impiedad y ellos tomaron los                caminos equivocados y llegaron a corromperse en todas las formas.               
             
              3 Shemihaza enseñó encantamientos y a cortar raíces                ; Hermoni a romper hechizos , brujería, magia y habilidades                afines; Baraq'el los signos de los rayos; Kokab'el los presagios                de las estrellas; Zeq'el los de los relámpagos; -'el enseñó                los significados; Ar'taqof enseñó las señales                de la tierra; Shamsi'el los presagios del sol; y Sahari'el los de                 la luna, y todos comenzaron a revelar secretos a sus esposas.
             
              4 Como parte de los hombres estaban siendo aniquilados, su grito                subía hasta el cielo.
              (Ex 3:7-9)
             
             
             
              Capítulo 9
             
              1 Entonces Miguel, Sariel, Rafael y Gabriel observaron la tierra                desde el santuario de los cielos y vieron mucha sangre derramada                sobre la tierra y estaba toda llena de la injusticia y de la violencia                que se cometía sobre ella.
             
              2 Considerando esto, los cuatro fueron y se dijeron: "el grito y                el lamento por la destrucción de los hijos de la tierra sube                hasta las puertas del cielo".
             
              3 Y dijeron a los santos del cielo: "Es ahora a vosotros a quienes                las almas de los hijos de los hombres suplican diciendo 'llevad                nuestra causa ante el Altísimo, nuestra destrucción                ante la gloria majestuosa y ante el Señor de todos los señores'                en cuanto a majestad".
             
              4 Y Rafael, Miguel, Sariel y Gabriel dijeron al Señor del                 mundo: "Tú eres nuestro gran Señor, el Señor                del mundo, el Dios de dioses, el Señor de señores                y el Rey de reyes; los cielos son el trono de tu gloria por todas                las generaciones que existen desde siempre; toda la tierra es el                escabel ante ti para siempre, y tu nombre es grande, santo y bendito                por toda la eternidad.
             
              5 "Eres tú quien todo lo ha creado y en ti reside el poder                sobre todas las cosas; todo es descubierto en toda su desnudez ante                ti; tú lo ves todo y nada se te puede esconder.
              (1Cr 29:10-12, Hb4:13)
             
              6 "Tú has visto lo que ha hecho 'Asa'el, como ha enseñado                toda injusticia sobre la tierra y revelado los secretos eternos                que se cumplen en los cielos;
             
              7 y lo que ha enseñado a los humanos Shemihaza, al que tú                habías dado la facultad de gobernar sobre sus compañeros.               
             
              8 "Ellos han ido hacia las hijas de los hombres y se han acostado                con ellas y se han profanado a sí mismos descubriéndoles                todo pecado.
             
              9 "Luego, estas mujeres han parido en el mundo gigantes, por lo                que la tierra se ha llenado de sangre e injusticia.
              (Gn 6:4,5,11)
             
              10 "Y ahora mira que las almas de los que han muerto gritan y se                lamentan hasta las puertas del cielo y su gemido ha subido y no                puede cesar debido a la injusticia que se comete en la tierra.
              (Ap 6:10)
             
              11 "Pero tú que conoces todas las cosas antes de que sucedan,                tú que sabes aquello, tú los toleras y no nos dices                qué debemos hacerles al observar eso".
              (Ha 1:2-4)
             
             
             
              Capítulo 10
             
              1 Entonces el Altísimo, Grande y Santo habló y envió                a Sariel al hijo de Lamec.
             
              2 Y le dijo: "Ve hacia Noé y dile en mi nombre, 'escóndete';                y revélale la consumación que viene, pues la tierra                entera va a perecer, un diluvio está por venir sobre toda                la tierra y todo lo que se encuentre sobre ella perecerá.               
             
              3 "En seguida enseña al Justo, al hijo de Lamec, lo que debe                hacer para preservar su alma para la vida y escapar definitivamente,                pues por él será sembrada una planta y serán                establecidas todas las generaciones".
             
              4 Y además, el Señor le dijo a Rafael: "Encadena a                'Asa'el de pies y manos, arrójalo en las tinieblas, abre                el desierto que está en Dudael y arrójalo en él;               
             
              5 bota sobre él piedras ásperas y cortantes, cúbrelo                de tinieblas, déjalo allí eternamente sin que pueda                ver la luz,
             
              6 y en el gran día del Juicio que sea arrojado al fuego.               
             
              7 "Después, sana la tierra que los Vigilantes han corrompido                y anuncia su curación, a fin de que se sanen de la plaga                y que todos los hijos de los hombres no se pierdan debido al misterio                que los Vigilantes descubrieron y han enseñado a sus hijos.               
              (Jl 2:22)
             
              8 "Toda la tierra ha sido corrompida por medio de las obras que                fueron enseñadas por 'Asa'el, impútale entonces todo                pecado".
             
              9 Y el Señor dijo a Gabriel: "Procede contra los bastardos                y réprobos hijos de la fornicación y haz desaparecer                a los hijos de los Vigilantes de entre los humanos y hazlos entrar                en una guerra de destrucción, pues no habrá para ellos                muchos días.
             
              10 "Ninguna petición en su favor será concedida, pues                esperan vivir una vida eterna o que cada uno viva quinientos años.               
             
              11 Y a Miguel le dijo el Señor: ve y anuncia a Shemihaza                y a todos sus cómplices que se unieron con mujeres y se contaminaron                con ellas en su impureza,
             
              12 ¡que sus hijos perecerán y ellos verán la                destrucción de sus queridos! Encadénalos durante setenta                generaciones en los valles de la tierra hasta el gran día                de su juicio.
              (2P 2:4; Judas 6)
             
              13 "En esos días se les llevará al abismo de fuego,                a los tormentos y al encierro en la prisión eterna.
              (Ap 20:10)
             
              14 "Todo el que sea condenado, estará perdido de ahí                en adelante y será encadenado con ellos hasta la destrucción                de su generación. Y en la época del juicio que yo                juzgaré, perecerán por todas las generaciones.
             
              15 "Destruye todos los espíritus de los bastardos y de los                hijos de los Vigilantes porque han hecho obrar mal a los humanos.               
             
              16 "Destruye la opresión de la faz de la tierra, haz perecer                toda obra de impiedad y haz que aparezca la planta de justicia;                ella será una bendición y las obras de los justos                serán plantadas en alegría para siempre.
             
              17 "En ese tiempo todos los justos escaparán y vivirán                hasta que engendren millares. Todos los días de vuestra juventud                y vuestra vejez se completarán en paz.
             
              18 "Entonces toda la tierra será cultivada en justicia y                toda ella será plantada de árboles y llena de bendición.               
             
              19 "Todos los árboles de la tierra que deseen serán                plantados en ella y sembrarán allí viñas y                cada una de ellas producirá mil jarras de vino y cada semilla                producirá mil medidas por una, y una medida de aceitunas                producirá diez lagares de aceite.
             
              20 "Y limpia tú la tierra de toda opresión, de toda                violencia, de todo pecado, de toda impiedad y de toda maldad que                ocurre en ella y hazles desaparecer de la tierra.
             
              21 "Y todos los hijos de los hombres llegarán a ser justos                y todas las naciones me adorarán, se dirigirán en                oración a mí y me alabarán.
             
              22 "Y la tierra estará limpia de toda corrupción,                de todo pecado, de todo castigo y de todo dolor y yo no enviaré                más plagas sobre la tierra, hasta las generaciones de las                generaciones ni por toda la eternidad.
             
             
             
              Capítulo 11
             
              1 "Y en esos días abriré los tesoros de bendición                que están en el cielo, para hacerlos descender sobre la tierra,                sobre las obras y el trabajo de los hijos de los hombres
             
              2 "Y la paz y la verdad estarán unidas todos los días                del mundo y por todas las generaciones
             
             
             
              Capítulo 12
             
              1 Ante esos sucesos Enoc había sido ocultado y no había                ningún humano que supiera dónde fue escondido ni dónde                están ni qué le sucedió.
              (Gn 5:24; Si 44:16; Sb 4:10,11; Hb 11:5)
             
              2 El hacía todas sus acciones con los Vigilantes y pasaba                sus días con los santos.
             
              3 Así, yo Enoc estaba comenzando a bendecir al Señor                de majestad, al Rey de los tiempos, y he aquí que el Vigilante                del gran Santo me llamó a mí, Enoc el escribiente                y me dijo:
             
              4 "Enoc, escriba de justicia, ve a los Vigilantes del cielo que                han abandonado las alturas del cielo, el eterno lugar santo y que                se han contaminado con las mujeres haciendo como hacen los hijos                de los hombres, y han tomado mujeres y han forjado una gran obra                de corrupción sobre la tierra, y hazles saber
             
              5 que no habrá para ellos paz ni redención de su pecado.               
             
              6 "Y así como gozaron a causa de sus hijos ellos verán                la muerte de sus bienamados y llorarán por la pérdida                de sus hijos y suplicarán eternamente, pero no habrá                para ellos misericordia ni paz".
             
             
             
              Capítulo 13
             
              1 Luego, Enoc se fue y le dijo a 'Asa'el: "No habrá paz para                ti, contra ti ha sido pronunciado un gran juicio para encadenarte.               
             
              2 "No habrá para ti ni tregua ni intercesión, porque                has enseñado la injusticia y a causa de todas las obras de                impiedad, violencia y pecado que has enseñado a los humanos.               
             
              3 Y avanzando les hablé a todos ellos y todos temieron y                se espantaron y el temblor se apoderó de ellos.
             
              4 Me suplicaron que elevara una petición por ellos para que                pudieran encontrar perdón por sus pecados y que la leyera                en presencia del Señor del cielo.
             
              5 Porque desde entonces ellos no pueden hablar a Dios ni levantar                sus ojos al cielo, debido a la vergüenza por los crímenes                por los cuales fueron condenados.
             
              6 Entonces escribí su oración con todas sus peticiones                por sus almas y por cada una de sus obras y por lo que suplicaban                todos, que hubiera para ellos perdón y larga vida.
             
              7 Fui y me senté junto a las aguas de Dan, en la tierra de                Dan, al sur del Hermonín, a su lado occidental y estuve leyendo                el libro donde anoté sus peticiones, hasta que me dormí.               
             
              8 He aquí que me vinieron sueños y cayeron sobre mí                visiones hasta que levanté mis párpados a las puertas                del palacio del cielo y vi una visión del rigor del castigo.                Y vino una voz y me dijo: "Habla a los hijos del cielo para reprenderles".               
             
              9 Cuando desperté fui a ellos. Todos estaban reunidos juntos                y sentados llorando, en la Fuente del Llanto que está entre                el Líbano y Senir, con los rostros cubiertos.
             
              10 Conté delante de ellos todas las visiones que había                visto en sueños y me puse a hablar con palabras de justicia                y de visión y a reprender a los Vigilantes celestiales.
             
             
             
              Capítulo 14
             
              1 Este es el libro de las palabras de la verdad y de la reprensión                de los Vigilantes que existen desde siempre según lo ordenó                el Gran Santo en el sueño que tuve.
             
              2 En esta visión vi en mi sueño lo que digo ahora                con la lengua de carne, con el aliento de mi boca, que el Grande                ha dado a los humanos para que hablen con ella y para que comprendan                en el corazón. Así como Dios ha creado y destinado                a los hijos de los hombres para que entiendan las palabras de conocimiento,                así me ha creado, hecho y destinado a mí para que                reprenda a los Vigilantes, a los hijos del cielo.
             
              3 Vigilantes: yo escribí vuestra petición y en una                visión se me reveló que no será concedida nunca                y que habrá juicio por decisión y decreto contra vosotros,               
             
              4 que a partir de ahora no volveréis al cielo y por todas                las épocas no subiréis,
             
              5 porque ha sido decretada la sentencia para encadenaros en las                prisiones de la tierra por toda la eternidad.
             
              6 Pero antes veréis que todos vuestros seres queridos irán                a la destrucción con todos sus hijos y las riquezas de tus                seres queridos y de sus hijos no las disfrutaréis y ellos                caerán en vuestra presencia por la espada de destrucción.               
             
              7 Pues vuestra petición por ellos ni la petición por                vosotros serán concedidas. Continuaréis pidiendo y                suplicando y mientras lloráis no pronunciéis ni una                palabra del texto que he escrito.
             
              8 Esto me fue revelado en la visión: He aquí que las                nubes me llamaban, la neblina me gritaba y los relámpagos                y truenos me apremiaban y me despedían y en la visión                los vientos me hacían volar, me levantaban en lo alto, me                llevaban y me entraban en los cielos.
             
              9 Entré en ellos hasta que llegué al muro de un edificio                construido con piedras de granizo, rodeado y cercado completamente                con lenguas de fuego que comenzaron a asustarme.
              (Ac 2:3)
             
              10 Entré por esas lenguas de fuego hasta que llegué                a una casa grande construida con piedras de granizo cuyos muros.                eran como planchas de piedra; todas ellas eran de nieve y su suelo                estaba hecho de nieve
             
              11 Su techo era como relámpagos y trueno y entre ellos querubines                de fuego y su cielo era de agua.
             
              12 Un fuego ardiente rodeaba todos sus muros cercándolos                por completo y las puertas eran de fuego ardiente.
             
              13 Entré en esta casa que era caliente como fuego y fría                como nieve. No había en ella ninguno de los placeres de la                vida. Me consumió el miedo y el temblor se apoderó                de mí.
             
              14 Tiritando y temblando caí sobre mi rostro y se me reveló                una visión:
             
              15 He aquí que vi una puerta que se abría delante                de mí y otra casa que era más grande que la anterior,                construida toda con lenguas de fuego.
             
              16 Toda ella era superior a la otra en esplendor, gloria y majestad,                tanto que no puedo describiros su esplendor y majestad.
             
              17 Su piso era de fuego y su parte superior de truenos y relámpagos                y su techo de fuego ardiente.
             
              18 Me fue revelada y vi en ella un trono elevado cuyo aspecto era                el del cristal y cuyo contorno era como el sol brillante y tuve                visión de querubín.
             
              19 Por encima del trono salían ríos de fuego ardiente                y yo no resistía mirar hacia allá.
             
              20 La Gran Gloria tenía sede en el trono y su vestido lucía                más brillante que el sol y más blanco que cualquier                nieve;
             
              21 ningún ángel podía entrar verle la cara                debido a la magnífica Gloria y ningún ser de carne                podía mirarlo.
             
              22 Un fuego ardiente le rodeaba y un gran fuego se levantaba ante                Él. Ninguno de los que le rodeaba podía acercársele                y multitudes y multitudes estaban de pie ante Él y Él                no necesitaba consejeros.
             
              23 Y las santidades de los santos que estaban cerca de Él                no se alejaban durante la noche ni se separaban de Él.
             
              24 Yo hasta este momento estaba postrado sobre mi rostro, temblando                y el Señor por su propia boca me llamó y me dijo:                "Ven aquí Enoc y escucha mi Palabra".
             
              25 Y vino a mí uno de los santos, me despertó, me                hizo levantar y acercarme a la puerta e incliné hacia abajo                mi cabeza.
             
             
             
              Capítulo 15
             
              1 Y él me correspondió y me habló y yo oí                su voz: "No temas Enoc, hombre de justo, escriba de justicia; acércate                y escucha mi voz.
             
              2 "Ve y dile a los Vigilantes del cielo que te han enviado a suplicar                por ellos: 'A vosotros corresponde interceder por los humanos y                no a los humanos por vosotros'.
             
              3 '¿Por qué habéis abandonando el cielo alto,                santo y eterno, os habéis acostado con mujeres y profanado                a vosotros mismos con las hijas de los hombres y tomado esposas                como los hijos de la tierra y habéis engendrado hijos gigantes?.               
             
              4 'Vosotros que fuisteis santos espirituales viviendo una vida eterna                os habéis manchado con la sangre de las mujeres y habéis                engendrado con la sangre de la carne y como los hijos del hombre                habéis deseado después carne y sangre como aquellos                que mueren y perecen' .
             
              5 "Por eso yo les he dado a ellos mujeres para que las fecunden                y engendren hijos por ellas y para que así no falten ellos                sobre la tierra."
             
              6 'En cuanto a vosotros, fuisteis primero espirituales, viviendo                una vida eterna, inmortal por todas las generaciones del mundo;               
             
              7 por ello no se os han atribuido mujeres, pues la morada de los                espíritus del cielo es el cielo' .
             
              8 "Y ahora, los gigantes que han nacido de los espíritus                y de la carne, serán llamados en la tierra espíritus                malignos y sobre la tierra estará su morada.
             
              9 "Los espíritus malos proceden de sus cuerpos, porque han                nacido de humanos y de los santos Vigilantes es su comienzo y origen                primordial. Estarán los espíritus malos sobre la tierra                y serán llamados espíritus malos.
             
              10 "Los espíritus del cielo tienen su casa en el cielo y                los espíritus de la tierra que fueron engendrados sobre la                tierra tienen su casa en la tierra.
             
              11 "Y los espíritus de los gigantes, de los Nefilim, que                afligen, oprimen, invaden, combaten y destruyen sobre la tierra                y causan penalidades, ellos aunque no comen tienen hambre y sed                y causan daños.
             
              12 "estos espíritus se levantarán contra los hijos                de los hombre y contra las mujeres porque de ellos proceden.
             
             
             
              Capítulo 16
             
              1 "Después de la muerte de los gigantes cuando los espíritus                han salidos de su cuerpo, su carne será destruida antes del                juicio. Serán así destruidos hasta el día de                la gran consumación, del gran juicio en el cual el tiempo                terminará para los Vigilantes e impíos y seréis                totalmente consumados.
             
              2 "Y ahora, a los Vigilantes, que te han enviado a suplicar por                ellos, que en otra época habitaban en el cielo, diles:
             
              3 'Vosotros estabais en el cielo pero todos los misterios no se                os habían revelado. No habéis conocido sino un misterio                indigno y en el endurecimiento de vuestro corazón lo habéis                comunicado a las mujeres y por ese misterio ellas y los hombres                han multiplicado el mal sobre la tierra' .
             
              4 "Diles pues: 'No tendréis paz'".
             
             
             
              Capítulo 17
             
              1 Después me llevaron a un sitio cuyos habitantes son como                el fuego ardiente, pero cuando desean aparecen como humanos.
             
              2 Me llevaron a la casa de la tempestad, sobre una montaña                cuya cima tocaba el cielo,
             
              3 y vi las mansiones de las luminarias y los tesoros de las estrellas                y del trueno, en los extremos del abismo donde están el arco                de fuego, sus flechas y carcaj, la espada de fuego y todos los relámpagos.               
             
              4 Luego me llevaron hasta las aguas de vida y hasta el fuego del                occidente, el que recogió todas las puestas de sol.
             
              5 Llegué hasta un río de fuego cuyas llamas corren                como agua y desemboca en el gran mar que esta al lado del poniente;               
             
              6 vi grandes ríos y llegué a una gran oscuridad y                hasta donde ningún ser carnal camina;
             
              7 vi las montañas de las tinieblas de invierno y el sitio                hacia donde fluyen todas las aguas del abismo;
             
              8 y vi la desembocadura de todos los ríos de la tierra y                la desembocadura del abismo.
             
             
             
              Capítulo 18
             
              1 Vi los tesoros de los vientos y vi que con ellos Él ha                adornado toda la creación y los cimientos de la tierra;
             
              2 y vi también la piedra angular de la tierra y los cuatro                vientos que sostienen la tierra y el firmamento;
             
              3 vi como los vientos extienden el velo del cielo en lo alto y cómo                tienen su puesto entre el cielo y la tierra: son las columnas del                cielo;
             
              4 vi los vientos que hacen girar y que conducen por las órbitas                del sol y de los astros en sus estancias;
             
              5 vi los vientos que sostienen las nubes sobre la tierra; vi los                caminos de los ángeles; vi en los confines de la tierra el                firmamento en lo alto.
             
              6 Después fui al sur y vi un sitio que ardía día                y noche, en donde se encontraban siete montañas de piedras                preciosas, tres del lado oriental y tres del lado del mediodía.               
             
              7 Así, entre las que estaban en el oriente, una era de piedra                multicolor, una de perlas, y la otra de piedras medicinales; y las                que estaban en el sur eran de piedra roja.
             
              8 La del medio se elevaba hasta el cielo como el trono del Señor                y la parte alta del trono era de zafiro.
             
              9 Yo vi un fuego ardiente, y más allá de esas montañas               
             
              10 está una región donde termina la gran tierra, y                ahí culminan los cielos.
             
              11 Luego me fue mostrado un profundo abismo entre columnas de fuego                celeste, y vi en él columnas de fuego que descendían                al fondo y cuya altura y profundidad eran inconmensurables;
             
              12 y más allá de este abismo vi un sitio sobre el                cual no se extendía el firmamento, bajo el cual no había                tampoco cimientos de la tierra; sobre el que no había ni                agua ni pájaros, sino que era un lugar desierto y terrible.               
             
              13 Allí vi siete estrellas parecidas a grandes montañas,                que ardían, y cuando pregunté sobre esto,
             
              14 El ángel me dijo: "Este sitio es el final del cielo y                de la tierra; ha llegado a ser la prisión de las estrellas                y de los poderes del cielo.
             
              15 "Las estrellas que ruedan sobre el fuego son las que han transgredido                el mandamiento del Señor, desde el comienzo de su ascenso,                porque no han llegado a su debido tiempo;
             
              16 y Él se irritó contra ellas y las ha encadenado                hasta el tiempo de la consumación de su culpa para siempre,                en el año del misterio".
             
             
             
              Capítulo 19
             
              1 Después Sariel me dijo: " Aquí estarán los                Vigilantes que se han conectado por su propia cuenta con mujeres.                Sus espíritus asumiendo muy diversas apariencias se han corrompido                y han descarriado a los humanos para que sacrifiquen a demonios                y dioses, hasta el día del gran juicio, en que serán                juzgados y encontrarán su final.
             
              2 "En cuanto a sus mujeres, las que fueron seducidas por los Vigilantes,                se volverán sosegadas".
             
              3 Yo Enoc, solo, he visto la visión, el final de todas las                cosas y ningún humano ha visto lo que yo he visto.
             
             
             
              Capítulo 20
             
              1 He aquí los nombres de los santos ángeles que vigilan:               
              (Ap 8:2)
             
              2 Uriel, uno de los santos ángeles, llamado el del trueno                y el temblor;
             
              3 Rafael, otro de los santos ángeles, el de los espíritus                de los humanos;
              (Tb 12:15)
             
              4 Ra'u'el, otro de los santos ángeles, que se venga del mundo                de las luminarias;
             
              5 Miguel, otro de los santos ángeles, encargados de la mejor                parte del la humanidad y del pueblo;
              (Dn 10:13,21, 12:1; Judas 9; Ap 12:7)
             
              6 Sariel, otro de los santos ángeles, encargado de los espíritus                de los hijos de los hombres que pecan en espíritu;
             
              7 Gabriel; otro de los santos ángeles, encargado del paraíso,                las serpientes y los querubines;
              (Dn 8:16, 9:21; Lc:1:19,26) (Gn 3:24; Ex 25:18-22; Ez 10:4-5)
             
              8 Remeiel, otros de los santos ángeles, al que Dios ha encargado                de los resucitados.
              (Mt 28:2,5; Mc 16:5)
Capítulo                21
             
              1 Después volví hasta donde todo era caótico;               
             
              2 y allá vi algo horrible: no vi ni cielo en lo alto ni tierra                firme fundamentada, sino un sitio informe y terrible.
             
              3 Vi allí cuatro estrellas del cielo encadenadas que parecían                grandes montañas ardiendo como fuego.
             
              4 Entonces pregunté: "¿Por qué pecado están                encadenadas y por qué motivo han sido arrojadas acá?".               
             
              5 Uriel el Vigilante y el Santo que estaba conmigo y me guiaba,                me dijo: "Enoc ¿por qué preguntas y te inquietas por                la verdad?.
             
              6 Esta cantidad de estrellas de los cielos son las que han transgredido                el mandamiento del Señor y han sido encadenadas aquí                hasta que pasen diez mil años, el tiempo impuesto según                sus pecados.
             
              7 Desde allí pasé a otro lugar más terrible                que el anterior y vi algo horrible: había allá un                gran fuego ardiendo y flameando y el lugar tenía grietas                hasta el abismo, llenas de columnas descendentes de fuego, pero                no pude ver ni sus dimensiones ni su magnitud ni haría conjeturas.               
             
              8 Entonces dije: "¡Qué espantoso y terrible es mirar                este lugar!".
             
              9 Contestándome, Uriel el Vigilante y el Santo, que estaba                conmigo me dijo: "Enoc ¿por qué estás tan atemorizado                y espantado?". Le respondí: "Es por este lugar terrible y                por el espectáculo del sufrimiento"..
             
              10 Y él me dijo: "Este sitio es la prisión de los                ángeles y aquí estarán prisioneros por siempre".               
             
             
             
              Capítulo 22
             
              1 Desde allí fui a otra parte, a una montaña de roca                dura;
             
              2 había ahí cuatro pozos profundos, anchos y muy lisos.                Y dije: "¡Qué lisos son estos huecos y qué profundos                y oscuros se ven!".
             
              3 En ese momento, Rafael el Vigilante y el Santo, que estaba conmigo,                me respondió diciendo:"Estas cavidades han sido creadas con                el siguiente propósito; que los espíritus de las almas                de los muertos puedan reunirse y que todas las almas de los hijos                de los hombres se reúnan ahí. Así pues esos                son los pozos que les servirán de cárcel;
             
              4 "Están hechos para tal cosa, hasta el día en que                sean juzgados hasta momento del gran juicio que se les hará                el último día".
              (Sal 68:19; Ef 4:9; 1P 3:19,20)
             
              5 Vi allí al espíritu de un hombre muerto acusando,                y su lamento subía hasta el cielo, gritando y acusando.
             
              6 Entonces pregunté a Rafael el Vigilante y el Santo, que                estaba conmigo: "¿De quién es este espíritu                que está acusando que se queja de tal modo que sube hasta                el cielo gritando y acusando?".
             
              7 Me respondió diciendo: "Este es el espíritu que                salió de Abel, a quien su hermano Caín asesinó;                él lo acusa hasta que su semilla sea eliminada de la faz                de la tierra y su semilla desaparezca dl linaje de los hombres".               
             
              8 Entonces pregunté observando todos los pozos: "¿Por                qué están separados unos de otros?"
             
              9 Me respondió diciendo: "Esos tres han sido hechos para                que los espíritus de los muertos puedan estar separados.                Así una división ha sido hecha para los espíritus                de los justos, en la cual brota una fuente de agua viva.
              (Jn 4:14, 7:38)
             
              10 "Y así ha sido hecha ésta para los pecadores cuando                mueren y son sepultados y no se ha ejecutado juicio contra ellos                en vida.
             
              11 "Aquí sus espíritus serán colocados aparte,                para esta gran pena, hasta el día del gran juicio y castigados                y atormentados para siempre quienes merecen tal retribución                por sus espíritus.
             
              12 "Esta división ha sido separada para quienes presentan                su queja y denuncian su destrucción cuando fueron asesinados                en los días de los pecadores.
             
              13 También ha sido hecha ésta para los espíritus                de los hombres que no fueron justos sino pecadores, para todos los                transgresores y los cómplices de la trasgresión; que                en el día del juicio serán afligidos fuera de allí,                pero no serán resucitados desde allí".
             
              14 Entonces bendije al Señor de Majestad y dije: "Bendito                sea el juicio de justicia y bendito sea el Señor de Majestad                y Justicia que es el Señor del mundo".
             
             
             
              Capítulo 23
             
              1 Desde allí fui transportado a otro lugar al occidente,                en las extremidades de la tierra;
             
              2 me fue mostrado un fuego que corría sin descanso y sin                interrumpir su carrera ni de día ni de noche, permaneciendo                constante, mientras tanto.
             
              3 Yo pregunté diciendo: "¿Qué es esto que no                tiene reposo alguno?".
             
              4 Me respondió Ra'u'el: "La función de este fuego                que corre hacia el occidente es guiar a todas las luminaras del                cielo.
             
             
             
              Capítulo 24
             
              1 Y me mostró las montañas: el suelo entre ellas era                de fuego ardiente y llameaba por las noches.
             
              2 Fui hacia allá y vi siete montañas magníficas,                diferentes entre sí y de piedras preciosas y hermosas y todas                eran espléndidas, de apariencia gloriosa y bello aspecto:                tres por el oriente, apoyadas una contra la otra; y tres por el                sur, una bajo la otra; y vi cañadas profundas y sinuosas,                ninguna de las cuales se unía a las demás.
             
              3 La séptima montaña estaba en medio de todas, superándolas                en altura a la manera de un trono, rodeada por árboles aromáticos,               
             
              4 entre los cuales había un árbol cuyo perfume yo                no había olido nunca y no había perfume similar entre                estos ni entre los demás árboles: exhala una fragancia                superior a cualquiera y sus hojas, flores y madera no se secan nunca,                su fruto es hermoso y se parece a los dátiles de las palmas.               
             
              5 Entonces dije: ""¿Qué árbol tan hermoso!                Es bello a la vista, su follaje gracioso y su fruto tiene un aspecto                muy agradable".
             
              6 Entonces, Miguel el Vigilante y santo, que estaba conmigo y que                estaba encargado de esos árboles, me contestó.
             
             
             
              Capítulo 25
             
              1 Y él me dijo: " Enoc, para qué me preguntas por                el perfume de ese árbol y para qué quieres saber la                verdad?".
             
              2 Entonces, yo, Enoc, le respondí así: "Deseo aprender                de todo, pero especialmente acerca de este árbol".
             
              3 Y él me contestó diciendo: Esta montaña alta                que has visto y cuya cima es como el trono de Dios, es su trono,                donde se sentará el Gran Santo, el Señor de Gloria,                el Rey Eterno, cuando descienda a visitar la tierra con bondad.               
             
              4 "No se permite que ningún ser de carne toque este árbol                aromático, hasta el gran juicio cuando Él se vengará                de todo y llevará todas las cosas a su consumación                para siempre, pero entonces será dado a los justos y a los                humildes.
             
              5 "Su fruto servirá como alimento a los elegidos y será                transplantado al lugar santo, al templo del Señor, el Rey                Eterno.
             
              6 Entonces ellos se regocijarán y estarán alegres;                entrarán en el lugar santo y la fragancia penetrará                sus huesos; y ellos vivirán una larga vida, tal y como la                que sus antepasados vivieron. En sus días no los tocará                ningún sufrimiento ni plaga ni tormento ni calamidad."
             
              7 Entonces bendije al Dios de la Gloria, al Rey Eterno, porque había                preparado tales cosas para los humanos, para los justos. Estas cosas                Él las ha creado y ha prometido dárselas.
             
             
             
              Capítulo 26
             
              1 Fui trasladado desde allí hasta el centro de la tierra                y vi un lugar bendito en el cual había árboles cuyas                ramas brotaban permanentemente.
             
              2 Allí me fue mostrada una montaña santa y salía                agua de debajo de la montaña, desde el oriente y descendiendo                hacia el sur.
             
              3 Y vi al oriente otra montaña más alta que aquella                y entre ellas un cañón profundo y angosto por el que                corría el agua que salía de la montaña.
             
              4 Y al occidente otra montaña, más baja que la anterior,                poco elevada, y por debajo, entre las dos, una hondonada profunda                y seca, y otra hondonada entre las tres montañas.
             
              5 Todas eran barrancos profundos de roca dura y no había                árboles plantados en ellos.
             
              6 Yo me maravillaba de las montañas y me asombraba de los                barrancos, me asombraba demasiado.
             
             
             
              Capítulo 27
             
              1 Entonces dije: "¿Por qué esta tierra está                bendita y llena de árboles y en medio están estos                barrancos malditos?"
             
              2 Entonces Sariel, el Vigilante y el santo, que estaba conmigo,                me respondió y dijo: "Este barranco maldito es para aquellos                que están malditos para siempre; ahí serán                reunidos todos los malditos que con su boca pronuncian palabras                indecorosas contra el Señor y ofenden su Gloria, ahí                serán reunidos y ahí estará el lugar de su                juicio.
              (2P 2:10; Judas 15)
             
              3 El los últimos tiempos se ejecutará sobre ellos                en justicia el espectáculo del juicio, en presencia de los                justos para siempre; ahí se manifestará la misericordia                y la bendición del Señor de Gloria y el Rey Eterno.               
             
              4 El día del juicio sobre los anteriores, ellos le bendecirán                por la misericordia que les ha reservado.
             
              5 Entonces yo bendije al Señor de Gloria, promulgué                su Gloria y alabé su grandeza.
             
             
             
              Capítulo 28
             
              1 Fui desde allí hacia el oriente, en medio de la cordillera                del desierto y vi el desierto: estaba solitario y lleno de árboles                y plantas;
             
              2 brotaba agua desde arriba,
             
              3 acometiendo como un río caudaloso que fluía hacia                el noroeste llevando el agua y el rocío por todos lados.               
             
             
             
              Capítulo 29
             
              1 Desde allí fui a otro lugar en el desierto y me alejé                mucho, hacia el oriente de este sitio.
             
              2 Allí vi árboles silvestres que exudaban perfumes                de incienso y mirra y sus frutos son parecidos a las nueces.
             
             
             
              Capítulo 30
             
              1 Y más allá de ellos, me alejé muy al oriente                y vi otro gran lugar, con valles de muchas aguas,
             
              2 en el que había cañas dulces aromáticas semejantes                al lentisco;
             
              3 y en las orillas de estos valles vi el fragante cinamomo. Y más                allá de estos valles me alejé hacia el oriente.
             
             
             
              Capítulo 31
             
              1 Me fueron mostradas otras montañas y también en                ellas vi árboles de los cuales salía la resina llamada                tsaru y gálbano.
             
              2 Más allá todos los árboles todos los árboles                estaban llenos de resina que era semejante a la corteza del almendro.               
             
              3 Cuando se casca en estos árboles sale de ellos un olor                perfumado y cuando se muelen las cortezas son superiores a cualquier                perfume.
             
             
             
              Capítulo 32
             
              1 Más allá de tales montañas, hacia el noreste                de ellas, me fueron mostradas otras montañas, llenas de nardo                escogido, lentisco, cardamomo y pimienta.
             
              2 desde allí continué hacia el oriente de todas estas                montañas, lejos de ellas, al oriente de la tierra, fui llevado                por encima del mar Rojo y me alejé mucho de él, pasé                por encima de la oscuridad, lejos de ella;
             
              3 y fui llevado al lado del Paraíso de Justicia, y me fueron                mostrados desde lejos árboles en él, árboles                numerosos en exceso y grandes, diferentes unos de otros. Vi allí                un árbol que era distinto de todos los demás, muy                grande, bello y magnífico, el árbol de la sabiduría,                los que comen de su fruto aprenden gran sabiduría.
             
              4 El árbol es tan alto como un abeto, sus hojas se parecen                a las del algarrobo y su fruto es como un racimo de uvas, muy bonito;                y la fragancia de ese árbol penetra hasta muy lejos.
             
              5 Y yo dije: "¡Qué hermoso es este árbol y cómo                atrae mirarlo!".
             
              6 Remeiel el Vigilante y el santo, que estaba conmigo, me contestó                y dijo: "Es el árbol de la sabiduría, del cual comieron                tu primer padre y tu primera madre y aprendieron la sabiduría                y sus ojos se abrieron y comprendieron que estaban desnudos y fueron                expulsados del jardín del Edén".
             
             
             
              Capítulo 33
             
              1 Desde allí fui hasta los confines de la tierra y vi allí                grandes bestias diferentes unas de otras y también pájaros                que diferían en sus aspectos, hermosura y trinos.
             
              2 Al oriente de esas bestias vi el final de la tierra, donde el                cielo descansa, y donde se abren los portales del cielo.
             
              3 Vi como nacen las estrellas del cielos y los portales de los que                proceden y anoté las salidas de cada una de las estrella,                según su número, nombre, curso y posición y                según su tiempo y meses, según me las mostraba Uriel,                uno de los Vigilantes.
             
              4 Y me mostró y escribió para mí todo, incluso                escribió para mí sus nombres de acuerdo con sus tiempos.               
             
             
             
              Capítulo 34
             
              1 Desde allí fui transportado a la extremidad norte de la                tierra y me fueron mostradas grandes obras:
             
              2 Vi tres puertas del cielo abiertas; a través de cada una                de ellas vienen los vientos del norte y cuando soplan hay frío,                granizo, escarcha, nieve, rocío y lluvia.
             
              3 Si salen por una sola de las puertas, soplan para bien; pero cuando                soplan a través de las otras dos es con violencia y calamidad                sobre la tierra pues soplan con fuerza.
             
             
             
              Capítulo 35
             
              1 Y desde allí fui hasta la extremidad occidental de la tierra                y vi tres puertas del cielo abiertas, el mismo número de                puertas y salidas que había visto en el oriente.
             
             
             
              Capítulo 36
             
              1 Desde allí fui transportado a la extremidad sur de la tierra                y allí me fueron mostradas sus tres puertas abiertas del                viento sur: para el rocío, la lluvia y el viento.
             
              2 Y desde allí fui transportado al límite oriental                del cielo y vi las tres puertas orientales abiertas las tres puertas                orientales del cielo y encima de ellas unas puertas pequeñas               
             
              3 Por cada una de estas puertas pequeñas pasan las estrellas                del cielo y corren por el curso trazado para ellas hacia el occidente.               
             
              4 Al ver esto bendije todo el tiempo al Señor de Gloria,                y continuaré bendiciendo al Señor de Gloria, que ha                realizado grandes y magníficos prodigios para mostrar la                grandeza de su obra a los ángeles, a los espíritus                y a los humanos, para que ellos puedan alabar esa obra, toda su                creación, para que puedan ver la manifestación de                su poder y alaben la grandiosa obra de sus manos y le bendigan por                siempre.
             
             
             
              Libro de las Parábolas
             
             
             
              Capítulo 37
             
              1 La segunda visión que él vio -visión de sabiduría-                que vio Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalalel, hijo de Kainan,                hijo de Enos, hijo de Set, hijo de Adán.
             
              2 Este es el comienzo de las palabras sabias que hice salir con                mi voz, para hablarle y decirle a los habitantes de la tierra: "Escuchad                hombres de épocas pasadas y del porvenir, las palabras del                santo que habla en presencia del Señor de los espíritus.               
             
              3 Fue excelente declararlas a los hombres de antaño pero                igualmente a los del porvenir, no vamos a negarles el principio                de sabiduría.
             
              4 Hasta ahora tal sabiduría no ha sido dada por el señor                de los espíritus, pero yo la he recibido de acuerdo con mi                discernimiento y con el buen parecer del Señor de los espíritus                gracias a quien me ha sido dada mi parte en la vida eterna.
             
              5 Tres parábolas me fueron comunicadas ya y yo he elevado                mi voz para relatarlas a quienes habitan sobre la tierra.
             
             
             
              Capítulo 38
             
              1 Primera Parábola.- Cuando aparezca la asamblea de los justos                y los pecadores sean juzgados por sus pecados y expulsados de la                superficie de la tierra.
             
              2 cuando el Justo se manifieste a los ojos de los justos, de los                elegidos cuyas obras dependen del señor de los espíritus;                cuando la luz brille para los justos y para los elegidos que habitan                sobre la tierra: ¿Dónde estará entonces la                morada de los pecadores? ¿Dónde estará el lugar                de descanso de quienes han renegado del Señor de los espíritus?                Habría sido mejor para ellos no haber nacido.
              (Mc 14:21)
             
              3 Cuando los misterios de los justos sean manifiestos y los pecadores                juzgados y expulsados de la presencia de los justos y los elegidos,               
             
              4 desde ese momento los que dominan la tierra no serán poderosos                ni elegidos por más tiempo ni podrán ellos mirar a                la cara de los santos, porque será la luz del Señor                de los espíritus la que brillará sobre la cara de                los santos, de los justos, de los elegidos.
             
              5 Entonces, los reyes y los poderosos perecerán y serán                entregados a las manos de los justos y de los santos.
              (Sal 149 2:9)
             
              6 Y de ahí en adelante nadie buscará para ellos la                misericordia del Señor de los espíritus porque su                vida encontró su final .
             
             
             
              Capítulo 39
             
              1 Y ocurrirá en esos días que los hijos de los elegidos                y santos descenderán de lo alto del cielo y su linaje llegará                a ser uno con el de los hijos de los hombres.
             
              2 Enoc recibió los libros del celo y la ira y los libros                de la angustia y el destierro: "Nunca más obtendrán                misericordia", dijo el Señor de los espíritus.
             
              3 Y las nubes me cubrieron, y el viento me levantó de la                superficie de la tierra y me dejó en el límite de                los cielos.
             
              4 Allí tuve otra visión: vi el lugar donde habitan                los santos y el lugar de descanso de los justos.
             
              5 Ahí contemplé con mis ojos las moradas en medio                de los ángeles de justicia y sus lugares de descanso entre                los santos. Mientras suplican y oran por los hijos de los hombres,                la justicia brota entre ellos como el agua y la misericordia se                esparce sobre ellos como el sobre el rocío sobre la tierra,                por los siglos de los siglos.
             
              6 En ese lugar con mis ojos vi al Elegido de Justicia y de Fe; la                justicia prevalecerá en sus días y los justos y los                elegidos serán innumerables ante él por los siglos                de los siglos.
             
              7 Vi su morada bajo las alas del Señor de los espíritus;                todos los justos y los elegidos brillarán frente a él                como el resplandor del fuego; su boca estará llena de bendición;                sus labios glorificarán el nombre del Señor de los                espíritus; y la justicia y la verdad no fallarán ante                él.
             
              8 Yo deseaba vivir allí y mi espíritu anhelaba esa                morada: esa era desde antes mi herencia, tal y como había                sido establecida para mí ante el Señor de los espíritus.               
             
              9 En esos días alabé y ensalcé el nombre del                Señor de los espíritus con bendiciones y alabanzas                porque Él me ha destinado para la bendición y la gloria                de acuerdo con el buen parecer del Señor de los espíritus.               
             
              10 Por mucho tiempo mis ojos observaron ese lugar y lo bendije a                Él y lo alabé diciendo: "Bendito es Él y bendito                sea desde el principio y para siempre".
             
              11 Ante Él no hay renuncia; Él sabe desde antes de                que el mundo fuera creado qué es para siempre y qué                será de generación en generación.
             
              12 Aquellos que no duermen te bendicen; ellos están ante                tu Gloria y bendicen, alaban y ensalzan diciendo: " Santo, Santo,                santo es el Señor de los espíritus, Él llena                la tierra con espíritus".
             
              13 Mis ojos vieron allá a todos aquellos que no duermen,                bendiciendo y diciendo: "Bendito seas tú y bendito sea el                nombre del Señor de los espíritus por los siglos de                los siglos".
             
              14 Mi rostro fue cambiado y no podía sostener la mirada.               
             
             
             
              Capítulo 40
             
              1 Después de eso vi miles de miles y miríadas, vi                una multitud innumerable e incalculable, que se sostiene ante el                Señor de los espíritus.
             
              2 Y sobre los cuatro costados del Señor de los espíritus                vi cuatro presencias diferentes de aquellos que no duermen y aprendí                sus nombres porque el ángel que va conmigo me los dio a conocer                y me mostró todas las cosas ocultas.
             
              3 Y escuché las voces de esas cuatro presencias y cómo                ellas pronuncian alabanzas ante el Señor de la Gloria.
             
              4 La primera voz bendice al Señor de los espíritus                por los siglos de los siglos.
             
              5 A la segunda voz la escuché bendiciendo Elegido y a los                elegidos que dependen del Señor de los espíritus.               
             
              6 A la tercera voz la oí orar e interceder por los que viven                sobre la tierra y suplicar en nombre del Señor de los espíritus.               
             
              7 Y escuché la cuarta voz expulsando a los Satanes e impidiendo                que lleguen hasta el Señor de los espíritus a acusar                a quienes viven en la tierra Él.
             
              8 Después de eso pregunté al ángel de paz que                iba conmigo y me mostraba todas las cosas que están ocultas:                "¿Quiénes son esas cuatro presencias que he visto                y cuyas palabras he oído y escrito abajo?".
             
              9 Me dijo: "El primero, el misericordioso y muy paciente, es Miguel;                el segundo, que está encargado de las enfermedades y de todas                las heridas de los hijos de los hombres, es Rafael; el tercero,                que está encargado de todos los poderes, es Gabriel; el cuarto,                que está encargado de la esperanza de quienes heredarán                la vida eterna, es llamado Sariel.
             
              10 Estos son los cuatro ángeles del Señor de los espíritus                y las cuatro voces que he escuchado esos días.
Capítulo 61
             
              1 He aquí que en esos días vi como unas cuerdas largas                fueron dadas a esos ángeles y ellos se colocaron alas y volaron                hacia el norte.
             
              2 Le pregunté al ángel diciéndole: "¿Por                qué han tomado esas cuerdas y se han ido?". El me dijo "Se                han ido a medir".
             
              3 El ángel que iba conmigo me dijo: "Ellos llevan a los justos                las medidas de los justos y las cuerdas de los justos para que se                apoyen en el nombre del Señor de los espíritus por                los siglos de los siglos.
             
              4 "Los elegidos comenzaron a residir con el Elegido y esas son las                medidas que serán dadas para fe y que fortalecerán                la justicia.
             
              5 "Estas medidas revelarán todos los misterios de las profundidades                de la tierra y los que han sido destruidos por el desierto o tragados                por las fieras o por los peces del mar, esos podrán regresar                sostenidos por el día del Elegido, porque ninguno será                destruido ante el señor de los espíritus, ninguno                podrá ser destruido.
             
              6 "Todos los que habitan en lo alto del cielo han recibido un mandamiento,                un poder, una sola voz y una luz como fuego.
             
              7 "A él con sus primeras palabras lo bendijeron, ensalzaron                y alabaron con sabiduría y han sido sabios en la palabra                y el espíritu de vida.
              (Hb 5.12)
             
              8 "El Señor de los Espíritus colocó al Elegido                sobre el trono de gloria y el juzgará todas las obras de                los santos y sus acciones serán pesadas en la balanza.
             
              9 "Cuando alce la cara para juzgar sus vidas secretas según                la palabra del nombre del Señor de los espíritus,                su sendero por la vía del juicio justo del Señor de                los espíritus, entonces a una sola voz hablarán, bendecirán,                glorificarán, exaltarán y proclamarán santo                el nombre del Señor de los espíritus.
             
              10 "Él convocará a todas las huestes de los cielos,                a todos los santos, a las huestes de Dios, a los Querubines, a los                Serafines, a los Ofanines, a todos los ángeles de poder,                a todos los ángeles de los principados y al Elegido y a los                demás poderes sobre la tierra y sobre el agua.
              (Ef 1:21; Cl 1.16; 1P 3:22)
             
              11 Ese día ellos elevarán una sola voz, bendecirán,                alabarán y exaltarán en espíritu de fidelidad,                en espíritu de sabiduría, en espíritu de paciencia,                en espíritu de misericordia, en espíritu de justicia,                en espíritu de paz y en espíritu de verdad y dirán                a una sola voz: "Bendito es Él y bendito sea el nombre del                Señor de los espíritus para siempre y por toda la                eternidad.
             
              12 "Todos los que no duermen en el cielo alto le bendecirán;                todos los santo que están en el cielo te bendecirán;                todos los elegidos que habitan en el jardín de la vida y                todo espíritu de luz que sea capaz de bendecir, alabar, ensalzar                y proclamar santo tu nombre y toda carne glorificará y bendecirá                tu nombre más allá de toda medida por los siglos de                los siglos.
             
              13 "Porque grande es la misericordia del Señor de los espíritus,                Él es paciente y todas sus obras y toda su creación                las ha revelado a los justos y a los elegidos, en nombre del Señor                de los espíritus .
             
             
             
              Capítulo 62
             
              1 Así ordenó el Señor a los reyes, a los poderosos,                a los dignatarios y a todos los que viven sobre la tierra, diciendo:                "Abrid los ojos y levantad vuestras frentes por si sois capaces                de reconocer al Elegido".
             
              2 El Señor de los espíritus se sentó en su                trono de gloria, el espíritu de justicia se esparció                sobre Él y la palabra de su boca exterminó a todos                los pecadores e injustos y ninguno de ellos subsistirá frente                a Él.
              (Ap 19:15)
             
              3 Ese día todos los reyes y los poderosos y los que dominan                la tierra se levantarán, le verán y le reconocerán                cuando se siente sobre el trono de su gloria; la justicia será                juzgada ante Él y no se pronunciará palabra vana frente                a Él.
             
              4 El dolor vendrá sobre ellos como a una mujer en un parto                difícil, cuando su hijo viene por la abertura de la pelvis                y sufre para dar a luz.
              (Mc 13:8)
             
              5 Se mirarán los unos a los otros aterrorizados, bajarán                la mirada y la pena se apoderará de ellos cuando vean a este                Hijo de Mujer sentarse sobre el trono de su gloria.
              (Dn 7:13; Mt 25:31; Mc 14:62)
             
              6 Y los reyes, los poderosos y todos los que dominan la tierra alabarán,                bendecirán y ensalzarán a quien reina sobre todo lo                que es secreto.
             
              7 Porque desde el principio el Hijo del Hombre fue ocultado y el                Más Alto lo preservó en medio de su poder y lo reveló                a los elegidos.
             
              8 La asamblea de los elegidos y los santos será sembrada                y todos los elegidos se sostendrán en pie en ese día;               
             
              9 pero los reyes, los poderosos, los dignatarios y los que dominan                la tierra caerán ante Él sobre sus rostros, adorarán                y pondrán su esperanza en este Hijo del Hombre, le suplicarán                y le pedirán misericordia.
             
              10 Sin embargo, el Señor de los espíritus los apremiará                para que se apresuren a salir de su presencia, avergonzará                sus caras y las tinieblas se acumularán sobre sus rostros;               
              (Mt 25:41)
             
              11 Él los entregará a los de castigo para ejecutar                la venganza porque han oprimido a sus hijos, a sus elegidos.
             
              12 Serán un espectáculo para los justos y los elegidos,                quienes se alegrarán a costa de ellos, porque la ira del                Señor de los espíritus cayó sobre ellos y su                espada se emborrachó con su sangre.
             
              13 En cambio los justos y los elegidos serán salvados ese                día y nunca más le verán la cara a los pecadores                ni a los injustos.
             
              14 El Señor de los espíritus residirá sobre                ellos y con este Hijo del Hombre comerán, descansarán                y se levantarán por los siglos de los siglos.
             
              15 Los justos y los elegidos se habrán levantado de la tierra,                dejarán de estar cabizbajos y se vestirán con prendas                de gloria.
              (1Co 15:53)
             
              16 Tales serán las prendas de vida del Señor de los                espíritus: vuestra ropa no envejecerá y vuestra gloria                no terminará ante el Señor de los espíritus.               
              (2Co 5:2)
             
             
             
              Capítulo 63
             
              1 En esos días los reyes, los poderosos y los que dominan                la tierra suplicarán a los ángeles del castigo, a                quienes habrán sido entregados, para que les den un poco                de descanso, y puedan postrarse ante el Señor de los espíritus,                adorarlo y reconocer sus pecados ante Él.
              (Lc 16:23-31)
             
              2 Bendecirán y alabarán al Señor de los espíritus                y dirán: "Bendito es el Señor de los espíritus,                Señor de reyes, Señor de los poderosos, Señor                de los ricos, Señor de gloria, Señor de sabiduría;               
             
              3 "Sobre todas las cosas secretas es esplendoroso tu poder de generación                en generación y tu gloria por los siglos de los siglos; profundos                e innumerables son tus misterios e inconmensurable es tu justicia.               
             
              4 "Ahora hemos aprendido que debemos alabar y bendecir al Señor                de los reyes pues reina sobre todos los reyes".
              (Mt 23:39)
             
              5 Y ellos dirán: "Ojalá hubiera descanso para glorificar                y dar gracias y confesar nuestra fe ante su gloria.
             
              6 "Ahora suspiramos por un pequeño descanso, pero no lo encontramos,                insistimos pero no lo obtenemos; la luz se desvanece ante nosotros                y las tinieblas son nuestra morada por los siglos de los siglos.               
             
              7 "Porque ante Él no hemos creído ni hemos alabado                el nombre del Señor de los espíritus y en cambio nuestras                esperanzas estuvieron en el cetro de nuestro reinado y en nuestra                gloria.
             
              8 "Así, el día de nuestro sufrimiento y tribulación                Él no nos ha salvado y no encontramos tregua para confesar                que nuestro Señor es veraz en todas su obras y su justicia                y que en su juicio no hace acepción de personas.
              (Si 42:1; St 2:5-9)
             
              9 "Desaparecemos de su presencia a causa de nuestras obras y todos                nuestros pecados han sido contabilizados justamente."
             
              10 Después ellos se dirán: "Nuestras almas están                llenas de riquezas injustas pero ellas no nos preservan de descender                en medio del peso de la muerte".
              (Lc 16:9)
             
              11 Luego, sus rostros estarán llenos de oscuridad y de vergüenza                ante el Hijo del Hombre, serán expulsados de su presencia                y la espada permanecerá frente a sus caras.
              (Mt 26:64)
             
              12 Entonces dijo el Señor de los espíritus: "Tal es                la sentencia y el juicio con respecto a los poderosos, los reyes,                los dignatarios y aquellos que dominaron la tierra frente al Señor                de los espíritus".
             
             
             
              Capítulo 64
             
              1 Después, vi otras figuras ocultas en ese lugar.
             
              2 Escuché la voz de un ángel diciendo: "Estos son                los Vigilantes que descendieron sobre la tierra y le revelaron a                los humanos lo que era secreto y los indujeron a pecar".
             
             
             
              Capítulo 65
             
              1 [En esos días Noé vio que la tierra estaba amenazada                de ruina y que su destrucción era inminente;
             
              2 y partió de allí y fue hasta los extremos de la                tierra; le gritó fuerte a su abuelo Enoc y le dijo tres veces                con voz amargada: "¡Escúchame, escúchame, escúchame!"               
             
              3 Yo le dije: "Dime, ¿Qué es lo que está pasando                sobre la tierra para que sufra tan grave apuro y tiemble? Quizá                yo pereceré con ella".
             
              4 Tras esto hubo una gran sacudida sobre la tierra y luego una voz                se hizo oír desde el cielo y yo caí sobre mi rostro".               
             
              5 Y Enoc, mi abuelo vino, se mantuvo cerca de mí y me dijo:                "¿Por qué me has gritado con amargura y llanto?".               
             
              6 Después fue expedida un orden desde la presencia del Señor                de los espíritus sobre los que viven en la tierra, para que                se cumpliera su ruina, porque todos han conocido los misterios de                los Vigilantes, toda la violencia de los Satanes, todos sus poderes                secretos, el poder de los maleficios, el poder de los hechiceros                y el poder de quienes funden artículos de metal para toda                la tierra:
             
              7 cómo la plata se produce del polvo de la tierra, cómo                el estaño se origina en la tierra,
             
              8 pero el plomo y el bronce no son producidos por la tierra como                la primera, sino que una fuente los produce y hay un ángel                prominente permanece allí.
             
              9 Luego, mi abuelo Enoc me tomó por la mano, me levantó                y me dijo: "Vete, porque le he preguntado al Señor de los                espíritus sobre esta sacudida de la tierra;
             
              10 Él me ha dicho: "Por causa de su injusticia se ha determinado                su juicio y no será detenido por mí nunca porque las                brujerías que ellos han buscado y aprendido, la tierra y                los que habitan en ella, serán destruidos".
             
              11 En cuanto a esos ángeles, no habrá lugar para su                arrepentimiento, porque han revelado lo que era secreto y están                malditos, pero en cuanto a ti, hijo mío, el Señor                de los espíritus sabe que eres puro, y sin culpa ni reproche                al respecto de los secretos.
             
              12 "Él ha destinado tu nombre entre los santos y te preservará                entre los que viven sobre la tierra. Él ha destinado tu linaje                para la realeza y para grandes honores y de tu semilla brotará                una fuente de justos y de santos innumerables, por siempre.
             
             
             
              Capítulo 66
             
              1 Después me mostró los ángeles de castigo                que estaban listos para venir y desatar la fuerza de las aguas que                están debajo de la tierra.]
             
              2 [y el Señor de los espíritu le mandó a los                ángeles que iban saliendo que no levantaran las aguas sino                que las represarán, ya que estos ángeles estaban encargados                de la potencia de las aguas.]
             
              3 [Y yo me retiré de la presencia de Enoc.]
             
             
             
              Capítulo 67
             
              1 [En esos días la palabra del Señor del universo                vino a mí y Él me dijo: "Noé, tu destino ha                llegado hasta mí, un destino sin mancha, un destino de amor                y rectitud.
             
              2 "Ahora los ángeles están construyendo una casa de                madera y cuando terminen su tarea, extenderé mi mano sobre                ella y la preservaré y la semilla de vida germinará                de ella y se producirá un cambio para que la tierra no quede                desocupada.
             
              3 "Yo consolidaré tu linaje ante mí para siempre,                diseminaré a los que viven contigo y no será estéril,                sino será bendecida y multiplicada sobre la superficie de                la tierra en el nombre del Señor".
             
              4 Él encarcelará a los Vigilantes que han demostrado                injusticia, en este valle ardiente que antes me había mostrado                mi abuelo Enoc en el occidente, cerca de las montañas de                oro, plata, hierro, estaño y plomo.
             
              5 Vi ese valle donde había gran perturbación y agitación                de aguas.
             
              6 Cuando todo esto ocurrió, de aquel ardiente metal fundido                y desde la agitación, en ese lugar se produjo un olor a azufre                y se mezcló con las aguas y ese valle donde estaban los Vigilantes                que habían seducido a la humanidad, arde bajo la tierra.               
             
              7 De sus valles salen ríos de fuego donde son castigados                esos Vigilantes que han seducido a quienes habitan sobre la tierra.               
             
              8 Esas aguas servirán en estos días a los reyes, a                los poderosos y a los dignatarios y a aquellos que habitan sobre                la tierra, para salud del cuerpo y para castigo del espíritu,                pero su espíritu está lleno de codicia y su carne                será castigada porque han rechazado al Señor de los                espíritus. Serán castigados diariamente y aun así                no creerán en el Señor de los espíritus.
             
              9 Tanto como su cuerpo es quemado severamente , se produce un cambio                en su espíritu por los siglos de los siglos, porque nadie                profiere una palabra vana ante el Señor de los espíritus.               
             
              10 Porque el juicio vendrá sobre ellos a causa de que ellos                creen en el deseo de su carne y rechazan al Espíritu del                Señor.
             
              11 En esos días hubo en esas aguas un cambio, pues cuando                los Vigilantes son castigados en ellas las fuentes de agua cambian                de temperatura, y cuando los ángeles suben las aguas se vuelven                frías.]
             
              12 Oí a Miguel hablar y decir: "Este juicio en el que los                Vigilantes son sentenciados es un testimonio para los reyes y los                poderosos que dominan la tierra;
              (2P 2:4)
             
              13 porque estas aguas de castigo proporcionan salud a los cuerpos                de los reyes y curan la concupiscencia de su carne, sin embargo                ellos no creen ni ven que esas aguas cambiarán y se convertirán                en fuego que arderá para siempre".
              (Mt 3:12)
             
             
             
              Capítulo 68
             
              1 [Después de eso, mi abuelo Enoc me dio la explicación                de todos los misterios en un libro y en las parábolas que                le habían sido dadas y él las reunió para mí                en las palabras del Libro de las Parábolas.]
             
              2 Ese día Miguel habló y le dijo a Rafael: "El poder                del Espíritu me transporta y me hace estremecer a causa de                la severidad del juicio por los secretos y del castigo de los ángeles.                ¿Quién podrá soportar la rigurosa sentencia                que ha sido ejecutada y frente la cual ellos se deshacen?".
             
              3 Miguel habló de nuevo y le dijo a Rafael: "¿Existe                alguien cuyo corazón no sea tocado por esto y cuyos riñones                no se turben por esta sentencia proferida contra aquellos que han                sido arrojados?".
             
              4 Pero sucedió que cuando Miguel llegó ante el Señor                de lo espíritus, le dijo a Rafael: "No haré la defensa                de ellos a los ojos del Señor, pues el Señor de los                espíritus está furioso con ellos, porque se comportaron                como si fueran el Señor.
             
              5 "Por esto, todo lo que es secreto vendrá contra ellos por                los siglos de los siglos; pues ni ángel ni humano recibirán                su porción, pero ellos han recibido sus sentencia por los                siglos de los siglos".
             
             
             
              Capítulo 69
             
              1 Después de este juicio estarán llenos de estupor                y los harán temblar porque ellos han revelado aquello a los                humanos que habitan la tierra.
             
              2 He aquí los nombres de estos Vigilantes: Shemihaza, quien                era el principal y en orden con relación a él, Ar'taqof,                Rama'el, Kokab'el, -'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el, 'Asa'el,                Harmoni, Matra'el, 'Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el,                Turi'el, Yomi'el, y Yehadi'el.
             
              3 Y los que siguen son los nombres de sus ángeles, de sus                jefes de centenas y cincuentenas.
             
              4 El primero es Yeqon, éste indujo a todos los hijos del                cielo y los hizo descender sobre la tierra y los sedujo con las                hijas de los hombres.
             
              5 El nombre del segundo es Asbe'el, éste dio un mal consejo                a los hijos del cielo y los condujo a corromperse a sí mismos                con las hijas de los hombres.
             
              6 El nombre del tercero es G'adri'el, este mostró a las hijas                de los hombres todas las formas de dar muerte, fue él quien                sedujo a Eva y él es quien enseñó a los hijos                de los hombres los escudos, las corazas, las espadas de combate                y todas las armas de muerte;
             
              7 desde su mano ellos han procedido en contra de quienes viven en                la tierra desde ese día y por todas las generaciones.
             
              8 El nombre del cuarto es Panamu'el, éste mostró a                los hijos de los hombres lo amargo y lo dulce y les reveló                todos los secretos de su sabiduría:
             
              9 les enseñó a los humanos a escribir con tinta y                papiros y son muchos los que se han descarriado a causa de ello,                desde el comienzo hasta este día.
             
              10 Porque los hombres no han sido traídos al mundo con el                propósito de afianzar su creencia en la tinta y el papel,               
             
              11 sino que los humanos han sido creados con la intención                de que vivieran puros y justos para que la muerte que todo lo destruye                no pudiera alcanzarles. Pero por culpa de este conocimiento suyo,                el poder de ella me devora.
             
              12 El nombre del quinto es K'asdeya'el, este mostró a los                hijos de los hombres todas la plagas de los espíritus y los                demonios: la plaga de embrión en el vientre para que aborte,                la mordedura de serpiente, la plaga que sobreviene con el calor                de mediodía, el hijo de la serpiente cuyo nombre es Taba'et.               
             
              13 Esta es la tarea de K'asbe'el, mostró a los santos el                jefe del juramento, cuyo nombre es B'iq'a.
             
              14 Éste pidió a Miguel que le revelase el nombre secreto                para que el lo mencionara en el juramento, porque aquellos que han                revelado a los hijos de los hombres todo lo que es secreto, tiemblan                ante este nombre.
             
              15 He aquí que el poder de este juramento es fuerte y poderos                y Él dispuso este juramento Aka'e, en la mano de Miguel.               
             
              16 Estos son los secretos de este juramento: ellos son fuertes en                su juramento y el cielo fue suspendido antes de que el mundo fuera                creado;
             
              17 por ello la tierra ha sido cimentada sobre el agua y desde lo                más recóndito de las montañas provienen aguas                hermosas, desde la creación del mundo hasta la eternidad;               
             
              18 debido a este juramento el mar ha sido creado y para su cimiento                en el tiempo de la cólera Él le ha dado arena y ella                no se atreve a irse más allá desde la creación                del mundo hasta la eternidad;
             
              19 por este juramento las profundidades son firmes y estables y                no se mueven de su sitio, desde la eternidad hasta la eternidad;               
             
              20 por este juramento el sol y la luna cumplen su ruta sin desobedecer                sus leyes, desde la eternidad hasta la eternidad;
             
              21 por este juramente las estrellas siguen su curso, Él las                llama por su nombre y ellas le responden, desde la eternidad hasta                la eternidad.
             
              22 [De igual forma los espíritus del agua, de los vientos                y de todas las brisas desde todas las regiones de la tierra.
             
              23 Allí son preservadas la voz del trueno y la luz del relámpago                y allí son preservados los depósitos del granizo,                la escarcha, la nieve la lluvia y el rocío.
             
              24 Todos estos son fieles y dan gracias ante el Señor de                los espíritus y le alaban con todas sus fuerzas y su alimento                está en toda acción de gracias y agradecen, alaban                y ensalzan el nombre del Señor de los espíritus por                los siglos de los siglos.]
             
              25 Este juramento es poderoso y a través de él, sus                senderos son preservados y su curso no será destruido.
             
              26 Y hubo gran alegría entre ellos, bendijeron alabaron y                ensalzaron al Señor, porque les ha sido revelado el nombre                de este Hijo del Hombre.
             
              27 El se sentó sobre el trono de su gloria y la suma del                juicio le ha sido dada al Hijo del Hombre y Él ha hecho que                los pecadores sean expulsados y destruidos de la faz de la tierra;               
             
              28 y los que han descarriado al mundo serán atados con cadenas                y en el lugar donde habían sido reunidos para la destrucción                serán encarcelados y todas sus obras desaparecerán                de la faz de la tierra.
              (Ap 20:1-3)
             
              29 A partir de entonces nada se corromperá, porque este Hijo                del Hombre ha aparecido y se ha sentado en el trono de su gloria,                toda maldad se alejará de su presencia y la palabra de este                Hijo del Hombre saldrá y se fortalecerá ante el Señor                de los espíritus. Esta es la tercera parábola de Enoc.               
             
             
             
              Capítulo 70
             
              1 Y sucedió después esto: que su nombre fue elevado                en vida, arriba hacia este Hijo del Hombre y hacia el Señor                de los espíritus, lejos de los que viven en la tierra;
              (Gn 5:24; Si 44:16; Sb 4:10-11; Hb 11:5)
             
              2 y fue elevado sobre el carro del espíritu y el nombre desapareció                de entre ellos.
             
              3 Desde ese día no fui contado más entre ellos y Él                me hizo sentar entre dos regiones, entre el norte y el occidente,                allí donde los ángeles habían tomado cuerdas                para medir para mí el lugar para los elegidos y los justos.               
             
              4 Allí vi a los primeros padres y a los justos que desde                el comienzo habitan en ese lugar.
             
             
             
              Capítulo 71
             
              1 Y ocurrió entonces que mi espíritu fue trasladado                y ascendió a los cielos y vi a los hijos de Dios. Ellos caminaban                sobre llamas de fuego, sus ropas eran blancas y su cara resplandecía                como el cristal.
             
              2 Vi dos ríos de fuego, la luz de este fuego brillaba como                el jacinto y caí sobre mi rostro ante el Señor de                los espíritus.
             
              3 El ángel Miguel me tomó de la mano derecha, me levantó                y me condujo dentro de toso los misterios y me reveló los                secretos de los justos;
              (Dn 12:1)
             
              4 me reveló los secretos de los límites del cielo                y todos los depósitos de las estrellas, de las luminarias,                por donde nacen en presencia de los santos.
             
              5 El trasladó mi espíritu dentro del cielo de los                cielos y vi que allí había una edificación                de cristal y entre esos cristales, lenguas de fuego vivo.
              (Ac 2:34)
             
              6 Mi espíritu vio un círculo que rodeaba de fuego                esta edificación y en sus cuatro esquinas había fuentes                de fuego vivo.
              (Ap 21:11)
             
              7 Al rededor de ella había Serafines, Querubines y Ofanines,                estos son los que no duermen y vigilan el trono de su gloria.
             
              8 Vi innumerables ángeles, miles y miles, miríadas                y miríadas rodeando esa edificación
             
              9 y a Miguel, Rafael, Gabriel y Sariel y a una multitud de santos                incontable.
             
              10 Con ellos estaba la cabeza de los Días, su cabeza era                blanca y pura como la lana y sus vestidos eran indescriptibles.               
             
              11 Caí sobre mi rostro, todo mi cuerpo desmayó, mi                espíritu fue trasfigurado, grité con voz fuerte, con                espíritu de poder y bendije, alabé y exalté.               
             
              12 Estas bendiciones que salieron de mi boca fuero consideradas                agradables ante esta Cabeza de los Días.
             
              13 Y esta Cabeza de los Días vino con Miguel, Gabriel, Rafael                y Sariel y una multitud innumerable de ángeles.
             
              14 Vino a mí, me saludó con su voz y me dijo: "Este                es el Hijo del Hombre que ha sido engendrado por la justicia, la                justicia reside sobre él y la Cabeza de los Días no                le abandonará".
              (Dn 7:13; Za 6:12)
             
              15 Me dijo: "Él proclamará sobre ti la paz, en nombre                del mundo por venir, porque desde allí ha provenido la paz                desde la creación del mundo y así la paz estará                sobre ti para siempre y por toda la eternidad.
              (Is 9:5)
             
              16 Todo andará por su camino y mientras, la justicia no lo                abandonará jamás, con Él vivirá, con                Él su herencia y de Él no será separada nunca                ni por toda la eternidad.
              (Sal 85:11-14)
             
              17 Serán muchos días con este Retoño del Hombre                y la paz y el camino correcto será para los justos en nombre                del señor de los espíritus, eternamente.
              (Is 11:1; 53:2; 60:21)
             
             
             
              Libro sobre el Movimiento de las Luminarias Celestiales [Astronómico]               
             
             
             
              Capítulo 72
             
              1 El Libro del Movimiento de la Luminarias Celestiales, las relaciones                entre ellas, de acuerdo con su clase, su dominio y su estación,                cada una según su nombre y el sitio de su salida y según                sus meses, las cuales Uriel, el santo ángel que estaba conmigo                y que es su guía, me mostró y me reveló todas                sus leyes exactamente como son y como se observan todos los años                del mundo, hasta la eternidad, hasta que se complete la nueva creación                que durará hasta la eternidad.
             
              2 Esta es la primera ley de las luminarias, la luminaria del sol,                que tiene su nacimiento en las puertas orientales del cielo y su                puesta en las puertas occidentales del cielo.
             
              3 Vi seis puertas donde el sol nace y seis puertas donde el sol                se oculta, y la luna nace y se oculta por esas puertas, así                como los líderes de las estrellas y quienes los guían                a ellos. Son seis puertas al oriente y seis al occidente, una tras                la otra en riguroso orden y además muchas ventanas a la derecha                y a la izquierda de esas puertas.
             
              4 Primero allí aparecía la gran luminaria cuyo nombre                es el sol y cuya circunferencia es como la circunferencia del cielo                y está totalmente lleno de un fuego que alumbra y abrasa.               
             
              5 El viento lleva el carro en el que él asciende y el sol                se oculta y retorna a través del norte para regresar al oriente                y es conducido para que entre por esa puerta y brille en la faz                del cielo.
             
              6 En esta forma nace en el primer mes por la gran puerta que es                la cuarta.
             
              7 En esta cuarta puerta por la cual el sol nace el primer mes hay                doce ventanas abiertas de las cuales procede una llama cuando están                abiertas en su estación.
             
              8 Cuando el sol nace viene desde esa cuarta puerta por treinta mañanas                seguidas y se pone exactamente por la cuarta puerta en el occidente                del cielo.
             
              9 Durante este período cada día llega a ser más                largo que el anterior y cada noche llega a ser más corta                que la anterior:
             
              10 En ese momento el día se ha alargado en una novena parte                a costa de la noche: el día equivale a diez partes y la noche                exactamente a ocho partes.
             
              11 El sol nace por esa cuarta puerta y se pone por la cuarta y vuelve                a la quinta puerta oriental a las treinta mañanas y nace                por la quinta puerta y se pone por la quinta puerta.
             
              12 Entonces el día se ha alargado en dos partes y es de once                partes y la noche es más corta y es de siete partes.
             
              13 Y retorna al oriente y entra en la sexta puerta y nace; y se                oculta por la sexta puerta durante treinta y una mañanas,                por cuenta de su signo.
             
              14 En ese momento el día es más largo que la noche,                el día llega a ser el doble de la noche y equivale a doce                partes y la noche es acortada y equivale a seis partes.
             
              15 Entonces el sol se eleva para acortar el día y alargar                la noche y el sol regresa al oriente para entrar por la sexta puerta                y nace por ella, y se pone, durante treinta mañanas.
             
              16 Y cuando las treinta mañanas han pasado el sol ha disminuido                en una parte exactamente y equivale a once partes y la noche a siete.               
             
              17 El sol sale del occidente por esa sexta puerta y va al oriente                y nace por la quinta puerta durante treinta mañanas y se                pone en el occidente, de nuevo por la quinta puerta.
             
              18 En ese momento el día disminuye en otra parte y equivale                a diez partes y la noche a ocho.
             
              19 El sol va desde esa quinta puerta y se oculta por la quinta puerta                del occidente y nace por la cuarta puerta durante treinta y un mañanas                a causa de su signo y se oculta por el occidente.
             
              20 En ese momento el día es igual a la noche, llegan a ser                equivalentes: la noche tiene nueve partes y el día nueve                partes.
             
              21 El sol que nace por esa puerta y se oculta por el occidente,                , nace por la tercera puerta por treinta mañanas y se pone                al occidente por la tercera puerta.
             
              22 En ese momento la noche es más larga que el día                y que las noches anteriores y cada día es más corto                que el día anterior hasta la trigésima mañana;                la noche equivale exactamente a diez partes y el día a ocho.               
             
              23 El sol que nace por aquella tercera puerta y se pone por la tercera                puerta en el occidente, regresa para salir por el oriente y nace                por la segunda puerta durante treinta mañanas y así                mismo se pone por la segunda puerta al occidente del cielo.
             
              24 En ese momento la noche equivale a once partes y el día                a siete.
             
              25 El sol que sale durante ese período por esa segunda puerta                y se pone al occidente por la segunda puerta, vuelve al oriente                por la primera puerta durante treinta y una mañanas y se                oculta por la primera puerta al occidente del cielo.
             
              26 En ese momento la noche se ha alargado hasta llegar a ser dos                veces el día: la noche equivale exactamente a doce partes                y el día a seis.
             
              27 El sol que ha recorrido las secciones de sus órbitas,                vuelve de nuevo sobre ellas y entra por cada una de sus puertas                durante treinta mañanas y se pone al occidente por la opuesta.               
             
              28 Entonces la noche disminuye una parte su duración y la                noche equivale a once partes y el día a siete.
             
              29 El sol ha regresado y ha entrado por la segunda puerta del oriente                y retorna por las secciones de su órbita durante treinta                mañanas naciendo y ocultándose.
             
              30 En ese momento la duración de la noche disminuye y equivale                a diez partes y el día a ocho.
             
              31 Entonces el sol nace por la segunda puerta y se pone por el occidente                y vuelve al oriente y nace por la tercera puerta durante treinta                y una mañana y se pone al occidente del cielo.
             
              32 En ese momento la noche se ha acortado y equivale a nueve partes                y el día equivale a nueve partes, la noche es igual al día                y el año tiene exactamente trescientos sesenta y cuatro días.               
              (Jubileos 6:32)
             
              33 La duración del día y de la noche y el acortamiento                del día o de la noche, son señaladas por el recorrido                del sol.
             
              34 Así en ese recorrido el día se alarga y la noche                se acorta.
             
              35 Ésta es la ley del recorrido del sol y su retorno, según                la cual el vuelve y nace sesenta veces, así la gran luminaria                que se llama sol, por los siglos de los siglos.
             
              36 La que se levanta es la gran luminaria, nombrada según                su propia apariencia, como lo ha ordenado el Señor.
             
              37 Así como nace se oculta, sin decrecer ni descansar, sino                recorriendo día y noche; y su luz brilla siete veces más                que la de la luna, aunque al observarlos a ambos tengan igual tamaño.               
             
             
             
              Capítulo 73
             
              1 Después de esta ley, vi otra ley, que trata sobre la pequeña                luminaria, cuyo nombre es luna.
             
              2 Su circunferencia es como la circunferencia del cielo y el carro                en el cual monta y la luz le es dada con mesura;
             
              3 y cada mes su nacimiento y su puesta se modifican; sus días                son como los días del sol y cuando su luz es plena, es la                séptima parte de la luz del sol.
             
              4 Así nace: en su primera fase nace del lado del oriente                el trigésimo día y en la época en que ella                aparece es para vosotros el principio del mes sobre el trigésimo                día, simultáneamente cuando el sol está en                la puerta por la cual nace.
             
              5 Es visible en la mitad de la séptima parte; toda su circunferencia                está vacía sin luz, con excepción de medio                séptimo, la catorceava parte de su luz.
             
              6 Y cuando recibe medio séptimo de su luz, su luz se incrementa                la mitad de la séptima parte de ella.
             
              7 Se pone con el sol y cuando el sol nace la luna nace con él                y recibe la mitad de una séptima parte de luz y en esa noche,                en el comienzo de su mañana, la luna se oculta con el sol                y es invisible esa noche en sus catorceavo o en el medio séptimo.               
             
               8 Ella nace en ese momento exactamente con una séptima parte                y sale y se inclina hacia el nacimiento del sol y en el resto de                sus días llega a brillar en las otras trece partes.
             
             
             
              Capítulo 74
             
              1 He visto otra ruta, una ley para ella, cómo por medio de                esta ley se cumple el movimiento de sus meses.
             
              2 Todo esto me lo mostró Uriel, el ángel santo que                el el líder de todos ellos, anotó su posición                tal y como él me la ha revelado y anotó sus meses                tal y como son y el aspecto de su luz hasta que se cumplan quince                días.
             
              3 En cada séptima parte ella cumple su luz al oriente y en                cada séptima parte ella cumple su oscuridad al occidente.               
             
              4 En ciertos meses ella altera sus puestas y en ciertos meses ella                sigue su propio curso.
             
              5 Son dos los meses en que la luna se oculta con el sol, por las                dos puertas que está en la mitad, la tercera y la cuarta.                
             
              6 Ella sale por siete días, vira y retorna por la puerta                por donde sale el sol.
             
              7 Cuando el sol sale por la séptima puerta, ella sale por                siete días, hasta que nace por la quinta y vira y regresa                de nuevo durante siete día por la cuarta puerta, completa                toda su luz, se aleja y entra por la primera puerta durante ocho                días.
             
              8 Ella retorna durante siete días por la cuarta puerta por                la que sale el sol.
             
              9 Así he visto su posición, cómo la luna sale                y el sol se pone durante esos días.
             
              10 Si añadimos cinco años el sol tiene un excedente                de treinta días y todos los días que suma uno de estos                cinco años al completarse, son trescientos sesenta y cuatro                días.
             
              11 El excedente del sol y las estrellas llega a seis día,                en cinco años de a seis días por año son treinta                días y a la luna le faltan treinta días con respecto                al sol y las estrellas.
             
              12 El sol y las estrellas llevan completo el año exactamente,                tanto que ellos no adelantan ni retroceden su posición ni                un sólo día por toda la eternidad y completan los                años con perfecta justicia cada trescientos sesenta y cuatro                días.
             
              13 En tres años hay mil noventa y dos días, en cinco                años, mil ochocientos veinte días y en ocho años                dos mil novecientos doce días.
             
              14 Pero para la luna sola sus días en tres años llegan                a mil sesenta y dos y a los cinco años le faltan cincuenta                días,
             
              15 Ella tiene en cinco años mil setecientos setenta días                y así hay para la luna durante ocho años, dos mil                ochocientos treinta y dos días.
             
              16 A los ocho años le faltan ochenta días.
             
              17 El año se cumple regularmente según las estaciones                del mundo y la posición del sol, que sale por las puertas                por las cuales nace y se oculta durante treinta días.
             
             
             
              Capítulo 75
             
              1 Los jefes de las cabezas de mil que están encargados de                toda la creación y de todas las estrellas tienen qué                hacer con los cuatro días intercalados, siendo inseparables                de su obra de acuerdo con el cómputo del año, tienen                que prestar servicio durante cuatro días que no son contabilizados.               
             
              2 Por esta causa los hombres se equivocan pues estas luminarias                prestan servicio exactamente a las estaciones del mundo, una por                la primera puerta , otra por la tercera, otra por la cuarta y otra                por la sexta puerta y la armonía del mundo se cumple en trescientos                sesenta y cuatro estaciones.
             
              3 Porque los signos, los tiempos, los años y los días                me los mostró Uriel, el Vigilante a quien el Señor                de gloria ha encargado de todas las luminarias del cielo y en el                mundo, para que reinen sobre la faz del cielo, sean vistas desde                la tierra y sean las guías del día y de la noche,                así el sol la luna, las estrellas y todas las criaturas auxiliares                que recorren sus órbitas en los carros del cielo.
             
              4 De la misma forma Uriel me mostró doce puertas abiertas                en el recorrido de los carros del sol en los cielos; por ellas salen                los rayos del sol y se expande el calor sobre la tierra cuando están                abiertas en las estaciones que le son asignadas.
             
              5 [Ellas sirven también para los viento y el espíritu                del rocío cuando están abiertas en los límites                de los cielos.]
             
              6 Son doce las puertas del cielo en los confines de la tierra, de                las cuales salen el sol, la luna, las estrellas y toda creación                en el cielo al oriente y al occidente;
             
              7 y hay numerosas ventanas abiertas a su derecha y a su izquierda                y cada ventana esparce calor en su estación; ellas corresponde                a esas puertas por las que salen las estrellas y se ocultan de acuerdo                con su número, según lo ha mandado Él.
             
              8 He visto en los cielos carros que recorren el mundo por encima                de esas puertas y en ellos ruedan las estrellas que no se ocultan.               
             
              9 Hay uno más grande que todos, que le da la vuelta al mundo                entero.
             
             
             
              Capítulo 76
             
              1 En los límites de la tierra he visto doce puertas abiertas                para todas las regiones; por ellas salen los vientos y desde ellas                soplan sobre la tierra.
             
              2 Tres de ellas están abiertas sobre la faz del cielo, tres                al occidente, tres a la derecha del cielo y tres a la izquierda.               
             
              3 Las tres primeras son las que están al oriente, las tres                siguientes al al sur, las tres siguientes al norte y las tres siguientes                al occidente.
             
              4 Por cuatro de ellas salen los vientos que son para la curación                de la tierra y para su vivificación, y por ocho salen los                vientos perjudiciales que cuando son enviados destruyen toda la                tierra, las aguas y todo lo que hay en ellas, lo que crece, florece                o repta, tanto en las aguas como en la tierra seca y todo lo que                vive en ella.
             
              5 Primero sale el viento del oriente por la primera puerta oriental                y se inclina hacia el sur. Por allí sale la destrucción,                la sequía, el calor y la desolación
             
              6 Por la segunda puerta, la del medio, sale el viento del Este-Este:                la lluvia, los frutos, la reanimación y el rocío.                Por la tercera puerta sale el viento del nororiente que está                cerca del viento del norte: frío y sequía.
             
              7 Detrás de ellos, por las tres puertas que están                al sur de los cielos, sale en primer lugar por la primera puerta                un viento del sur que está al sur y al oriente un viento                de calor.
             
              8 Por la segunda puerta sale un viento del sur al que llaman sur:                rocío, lluvia, bienestar, reanimación.
             
              9 Por la tercera puerta sale un viento del suroccidente: rocío,                lluvia, langosta y destrucción.
             
              10 Tras este, sale un viento norte que viene de la séptima                puerta, hacia el oriente, con rocío, lluvia, langostas y                desolación.
             
              11 De la puerta del medio sale directamente un viento con salud,                lluvia, rocío y prosperidad. Por la tercera puerta, la que                se inclina al occidente, viene un viento con nubes, escarcha, nieve,                lluvia, rocío y langostas.
             
              12 Después de estos están los vientos del occidente.                Por la primera puerta, que está inclinada hacia el norte,                sale un viento con rocío, escarcha, frío, nieve y                helada.
             
              13 Por la puerta de en medio sale un viento con rocío, lluvia,                prosperidad y bendición. A través de la última                puerta, la que se inclina al sur, sale un viento con carestía,                ruina, quema y desolación.
             
              14 Se acabaron las doce puertas de los cuatro puntos cardinales                del cielo. Te he enseñado su explicación completa                ¡Oh, hijo mío, Matusalén!.
             
             
             
              Capítulo 77
             
              1 Al oriente lo llaman este porque es el primero; al sur lo llaman                mediodía porque allí habita el Grande y en Él                reside el Bendito por siempre.
             
              2 Al gran punto cardinal lo llaman poniente porque allí van                las estrellas del cielo, por allí se ponen y por allí                se ocultan, por eso lo llaman poniente.
             
              3 Al norte lo llaman norte porque en el se esconden, se reúnen                y se vuelven todos los astros del cielo y se dirigen hacia el oriente                de los cielos. Al oriente lo llaman levante porque desde allí                se alzan los cuerpos celestes y desde allí se levantan. Vi                tres secciones de la tierra: una para que en ella habiten los hijos                de los hombres, otra para todos los mares y los ríos y otra                para Los Siete y para el Paraíso de Justicia.
             
              4 Vi siete montañas más altas que todas las montañas                que hay sobre la tierra, la nieve las cubre y de ellas vienen los                días , las estaciones y los años.
             
              5 Vi siete ríos sobre la tierra, más grandes que todos                los ríos, uno de los cuales viene del occidente y sus aguas                desembocan en el Gran Mar.
             
              6 Otros dos vienen desde el norte hacia el mar y sus aguas desembocan                en el Mar de Eritrea.
             
              7 Los otros cuatro salen del lado del norte cada uno hacia su respectivo                mar: dos de ellos hacia el Mar de Eritrea y dos dentro del Gran                Mar.
             
              8 Vi siete grandes islas en el mar y el continente, dos hacia el                continente y cinco en alta mar.
             
             
             
              Capítulo 78
             
              1 [Los nombres del sol son los siguientes: el primero es Oranyes                y el segundo Tomás;
             
              2 y la luna tiene cuatro nombres: el primero es Asonya, el segundo                Ebela, el tercero Benase y el cuarto Era'el.]
             
              3 Estas son las dos grandes luminarias, su circunferencia es como                la circunferencia del cielo y la talla de sus dos circunferencias                es similar.
             
              4 Dentro de la circunferencia del sol hay siete partes de luz que                le son añadidas de más con respecto a la luna y con                completa mesura le es transferida a ella hasta la séptima                parte extraída al sol.
             
              5 Ellas se ponen y entran por las puertas del occidente, hacen su                viraje por el norte y vuelven por las puertas del oriente sobre                la faz del cielo.
             
              6 Cuando la luna se levanta, la mitad de un séptimo de su                luz brilla en los cielos para aparecer sobre la tierra y se completa                de día en día, hasta el día catorce cuando                toda su luz está completa.
             
              7 Su luz crece por quinceavos y se completa de día en día                hasta el día quince, en el cual toda su luz está completa,                según el signo de los años. La luna crece y realiza                sus fases de a medios séptimos.
             
              8 En su fase menguante la luna disminuye su luz: el primer día                un catorceavo; el segundo, un treceavo; el tercero, un doceavo;                el cuarto, un onceavo; el quinto, un décimo; el sexto, un                noveno; el séptimo, un octavo; el octavo, un sétimo;                el noveno, un sexto; el décimo, un quinto; el undécimo,                un cuarto; el duodécimo, un tercio; el treceavo, un medio;                el catorceavo la mitad de un séptimo; hasta que el quinceavo                desaparece todo remanente de luz.
             
              9 En ciertos meses tiene veintinueve días y otras veces veintiocho                días.
             
              10 Y Uriel me enseñó otro cálculo, habiéndome                mostrado cuando la luz es transferida a la luna y sobre cual lado                se la transfiere el sol.
             
              11 Durante toda la fase creciente de la luna, se transfiere su luz                frente al sol durante catorce días hasta que se ilumina toda                y su luz es completa en el cielo.
             
              12 El primer día es llamada luna nueva, porque desde ese                día su luz crece.
             
              13 Llega a ser luna llena exactamente en el momento en que el sol                se oculta por el occidente y ella asciende desde el oriente por                la noche y la luna brilla durante toda la noche, hasta que el sol                nace frente a ella y la luna es observada frente al sol.
             
              14 Por el lado por que la luz de la luna llega, por ahí decrece                de nuevo, hasta que toda su luz desaparece, los días del                mes se completan y su circunferencia está vacía, sin                luz.
             
              15 Por tres meses ella sale de treinta días y en su tiempo                ella sale por tres meses de veintinueve días cada uno, en                los cuales ella cumple su menguante en el primer período                de tiempo y en el primer portal, por cinto setenta y siete días.               
             
              16 En el tiempo de su nacimiento ella aparece por tres meses de                treinta días cada uno y por tres meses aparece veintinueve                días cada uno.
             
              17 En la noche ella aparece por veinte días cada mes.
             
             
             
              Capítulo 79
             
              1 Hijo mío: ya te he enseñado todo y la ley de todas                las estrellas de los cielos ha concluido.
             
              2 Me ha enseñado todas su leyes para todos los días,                para todas las estaciones imperantes, para todos los años                y su finalización, para el orden prescrito para todos los                meses y todas las semanas, por veinte días cada mes;
             
              3 y el menguante de la luna que comienza a través de la sexta                puerta en la cual se completa su luz,
             
              4 que ocurre en el primer portal en su tiempo y se completa a los                ciento setenta y siete días o contado en semanas, veinticinco                semanas y dos días.
             
              5 Ella se atrasa exactamente cinco días en el curso de un                período, con respecto del sol y del orden de las estrellas                y al ocurrir esto es corregida. Parece como la imagen de una visión                cuando su luz se atrasa.
             
              6 Cuando ella se encuentra en su plenitud, en la noche esta visión                parece como un hombre, en la noche aparece como la imagen del sol                en el cielo y no hay nada más en ella, salvo su luz. Tal                es la visión y la imagen de todas las luminarias, que me                mostró Uriel, el gran ángel.
             
             
             
              Capítulo 80
             
              1 En esos días Uriel me dirigió la palabra y me dijo:                "Mirad que te he revelado todo, Enoc, te he enseñado todo                para que pudieras ver este sol, esta luna, las guías de las                estrellas de los cielos y todos aquellos que las hacen recorrer                y sus tareas, tiempos y salidas.
             
              2 En los días de los pecadores los años serán                acortados y su semilla llegará tarde a sus tierras y campos;                todas las cosas sobre la tierra se alterarán y no saldrán                a su debido tiempo; la lluvia será retenida y los cielos                la retendrán.
             
              3 En esa época los frutos de la tierra serán retenidos,                no crecerán a tiempo los frutos de los árboles, serán                retardados;
             
              4 la luna alterará su orden y no aparecerá a su debido                tiempo
             
              5 [En esos días el sol será visto [en el cielo ardiente                extendiendo la esterilidad y] viajará por la noche sobre                el límite del gran carro del occidente] y brillará                más que lo que corresponde al orden de su luz.
             
              6 Muchas guías de las estrellas trasgredirán el orden,                alterarán sus órbitas y tareas y no aparecerán                en el momento prescrito para ellas.
             
              7 Todas las leyes de las estrellas serán ocultadas a los                pecadores; los pensamientos de quienes viven sobre la tierra estarán                errados al respecto y ellos equivocarán sus caminos y tendrán                a las estrellas como dioses.
              (Sb 13:2; Ro 1:25)
             
              8 El mal se multiplicará sobre ellos y el castigo contra                ellos llegará para aniquilarlos a todos.
Capítulo 81
             
              1 Me dijo: "Mira Enoc estas tablillas celestiales, lee lo que está                escrito allí y señala cada dato".
             
              2 Miré las tablillas celestiales y leí todo lo que                estaba escrito y lo comprendí todo; leí el libro de                todas las acciones de la humanidad y de todos los hijos de la carne                que están sobre la tierra, hasta las generaciones remotas.
             
              3 En seguida bendije al gran Señor, Rey de Gloria por la                eternidad, porque ha hecho todas las criaturas del universo y alabé                al Señor por su paciencia y le bendije por los hijos de Adán.
             
              4 Entonces dije: Bienaventurado el hombre que muera en justicia                y bondad y contra el cual no se haya escrito un libro de injusticia                ni se encuentre uno el día del juicio .
              (Sal 1:1; Dn 7:10)
             
              5 Esos siete santos me llevaron y me colocaron sobre la tierra frente                al portón de mi casa y me dijeron: "Da a conocer todo a Matusalén                tu hijo; enseña a todos sus hijos que ningún ser de                carne es justo ante el Señor, porque Él es su Creador.
              (job 9:2; Sal 14:1)
             
              6 "Te dejaremos un año al lado de tu hijo hasta que des tus                instrucciones, para que enseñes a tus hijo, escribir para                ellos lo que has visto y lo testifiques a todos tus hijos; luego,                en el segundo año se te separará de ellos.
             
              7 "Que tu corazón sea fuerte porque los buenos anunciarán                la justicia a los buenos, los justos con los justos se alegrarán                y se felicitarán el uno al otro.
             
              8 "En cambio el pecador morirá con el pecador y el apóstata                se hundirá con el apóstata.
             
              9 "Los que practican la justicia morirán por obra de los                hombres y serán llevados a causa de las acciones de los malvados".
              (2R 22:20; Is 57:1)
             
              10 En esos días terminaron de hablarme y yo regresé                con mi gente, bendiciendo al Señor del universo.
             
             
             
              Capítulo 82
             
              1 Hijo mío, Matusalén, ahora te estoy contando y escribiendo                todas estas cosas; te he manifestado todo y te he dado los libros                concernientes a ellas; preserva hijo mío, Matusalén,                el libro de la mano de tu padre y entrégalo a las generaciones                del mundo.
             
              2 Te he dado sabiduría a ti y a tus hijos para que ellos                la entreguen a sus hijos por generaciones, sabiduría que                está por encima de sus pensamientos.
             
              3 Aquellos que la comprendan no dormirán, sino que prestarán                oído para que puedan aprender esta sabiduría y a quienes                la coman, ella le gustará más que un alimento exquisito.
             
              4 Dichosos todos los justos; dichosos todos los que caminan por                el camino de la justicia y que no pecan como los pecadores en el                cálculo de los días: cuando el sol recorre los cielos,                entra y sale por cada puerta durante treinta días, junto                con los jefes de millar de la especie de las estrellas, añadiendo                los cuatro días que son intercalados para separar las cuatro                partes del año, las cuales los guían y entran con                ellas cuatro días.
              (Dn 7:25)
             
              5 Debido a ello los hombres se equivocan y no los cuentan dentro                del cómputo completo del año, están en el error                y no lo reconocen debidamente,
             
              6 porque ellos están incluidos en el cómputo de los                años y están verdaderamente asignados para siempre,                uno a la primera puerta, otro a la tercera, otro a la cuarta y otro                a la sexta y el año está completo en trescientos sesenta                y cuatro días.
             
              7 El cómputo de ellos es correcto y la cuenta registrada                de ellos exacta, de las luminarias, meses, fiestas, años                y días; me lo ha mostrado y revelado Uriel a quien es Señor                de la creación del mundo ha subordinado las huestes de los                cielos.
             
              8 Él tiene poder sobre la noche y sobre el día, para                hacer brillar la luz sobre los humanos: el sol, la luna , las estrellas                y todas las potencias de los cielos que giran sobre sus órbitas.
             
              9 Esta es la ley de las estrellas con relación a sus constelaciones,                sus lunas nuevas y sus signos.
             
              10 Estos son los nombres de quienes las guían, de quienes                vigilan que entren en su tiempo, en orden en su estación,                su mes, en su período, con su potencia y en su posición.
             
              11 Sus cuatro guías, quienes dividen las cuatro partes del                año, entran primero, enseguida los doce jefes de la clase                que separan los meses y por los trescientos sesenta días                están los jefes de millar, dividiendo los días, y                por los cuatro que son intercalados, están quienes como guías                dividen las cuatro partes del año.
             
              12 Los jefes de millar están intercalados entre guía                y guía, cada unto tras una estación, las que sus guías                separan.
             
              13 Estos son los nombres de los guías que separan las cuatro                partes del año que han sido fijadas: Melki'el, Helimmel'ek,                M'elay'el y Nar'el.
             
              14 Y los nombres de quienes los conducen: Adn'ar'el, Idyasusa'el                e 'Ilume'el; estos tres son los que siguen a los jefes de clases                de las estrellas y hay otro que viene detrás de los tres                jéfes de clases que siguen a los guías de las estaciones                que separan las cuatro estaciones del año.
             
              15 Al principio del año se levanta primero Melki'el, quien                es llamado Tamaini y "sol", y todos los días de su gobierno,                sobre los cuales él domina, son noventa y un días.
             
              16 he aquí los signos de los días que aparecen sobre                la tierra durante el tiempo de su dominio: calor, sudor y calma;                todos los árboles producen frutos y las hojas crecen sobre                ellos; la mies del trigo; la rosa florece, pero los árboles                de invierno llega a secarse.
             
              17 Estos son los nombres de los líderes que están                sobre ellos: Berkai'el, Zalbesa'el y el otro que se añade,                un jefe de millar llamado Hiluyasef, con el cual terminan los días                de su dominio.
             
              18 El siguiente guía es Helimmel'ek, llamado "sol brillante"                y el total de días de su luz es de noventa y un días.
             
              19 Estos son los signos de sus días, sobre la tierra: ardiente                calor y sequedad; maduran los frutos de los árboles, que                producen todos sus frutos maduros y a punto; las ovejas se aparean                y conciben; se cosechan todos los frutos de la tierra, todo lo que                hay en el campo y se prensa el vino; esto ocurre en los días                de su dominio.
             
              20 Estos son los nombres de los jefes de millar: Gidaya'el, Ke'el,                He'el y se les añade Asfa'el durante el cual su dominio termina.
             
             
             
              Libro de los Sueños
             
             
             
              Capítulo 83
             
              1 Ahora, Matusalén, hijo mío, te manifestaré                todas las visiones que he tenido y las recapitularé ante                ti.
             
              2 Tuve dos visiones antes de casarme, la una bastante diferente                de la otra: la primera cuando aprendía a escribir y la segunda                antes de tomar a tu madre. Tuve una visión terrible y al                observarla oré al Señor.
             
              3 Yo estaba acostado en la casa de mi abuelo Mahalalel y vi en una                visión cómo el cielo colapsaba, se soltaba y caía                sobre la tierra.
             
              4 Cuando cayó sobre la tierra, vi la tierra devorada por                un gran abismo, montañas suspendidas sobre montañas,                colinas abatidas sobre colinas y los grandes árboles separados                de sus troncos, arrojados y hundidos en el abismo.
             
              5 Por eso una cayó dentro de mi boca y alcé mi voz                para gritar y dije: "¡La tierra está destruida"!.
             
              6 Entonces mi abuelo Mahalalel me despertó, pues yo estaba                acostado cerca de él; me dijo: "¿Por qué gritas                así hijo mío, por qué profieres semejante lamento?".
             
              7 Le conté toda la visión que había tenido                y me dijo: "Así como tú has visto una cosa terrible,                hijo mío, ya que es terrible la visión de tu sueño                sobre los misterios de todos los pecados de la tierra, así                la tierra está a punto de ser devorada por el abismo y aniquilada                por una gran destrucción.
             
              8 "Ahora, hijo mío, levántate y ruega al Señor                de gloria, ya que tú eres fiel, para que para que permanezca                un resto sobre la tierra y que Él no aniquile completamente                la tierra.
             
              9 "Hijo mío, desde el cielo vendrá todo eso sobre                la tierra y sobre la tierra habrá una gran ruina".
             
              10 Después de que me levanté, oré, imploré                y supliqué, y escribí mi oración para las generaciones                del mundo; y te mostraré todas estas cosas a ti Matusalén,                hijo mío.
             
              11 Cuando bajé, miré al cielo y vi al sol salir por                el oriente y a la luna ocultarse por el occidente y a algunas estrellas                y a la totalidad de la tierra y todas las cosas que Él ha                creado desde el principio; entonces bendije al Señor del                juicio y lo ensalcé porque Él hace salir el sol por                las ventanas del oriente, de manera que ascienda y brille en la                faz del cielo y vaya y se mantenga por el camino que Él le                ha señalado.
             
             
             
              Capítulo 84
             
              1 Levanté mis manos en justicia y bendije al Santo y al grande                y hablé con el aliento de mi boca y con la lengua de carne                que Dios ha hecho para los hijos de carne del hombre, para que la                utilicen al hablar, y les ha dado un aliento, una lengua y una boca                para que hablen con ellas.
             
              2 "Bendito seas, oh Señor, Rey grande y poderoso en tu grandeza,                Rey de reyes, Señor de todo el universo. Tu poder, reinado                y grandeza permanecen para siempre; tu dominio por todas las generaciones;                los cielos son tu trono eterno y la tierra el escabel de tus pies                por los siglos de los siglos.
             
              3 "Porque eres tú quien ha creado y quien gobierna todas                las cosas, no hay obra que sea difícil para ti; la sabiduría                no se aleja de tu trono ni se va de tu presencia; Tú sabes,                ves y oyes todas las cosas, nada está oculto para ti, porque                todo lo ves.
             
              4 "Ahora los ángeles del cielo son reos de pecado y sobre                la carne del hombre recae tu cólera hasta el gran día                del juicio.
             
              5 "Ahora oh Dios, Señor y gran Rey, imploro y suplico que                aceptes mi oración, que me dejes una descendencia sobre la                tierra, que no aniquiles toda carne humana, que no vacíes                la tierra y que la destrucción no sea eterna.
             
              6 "Ahora pues, oh Señor, extermina de la tierra la carne                que ha despertado tu cólera, pero la carne de justicia y                rectitud, establécela como una planta de semilla eterna y                no ocultes tu rostro de la oración de tu siervo, ¡Oh                Señor!.
             
             
             
              Capítulo 85
             
              1 Después de eso vi otro sueño y todo ese sueño                te lo voy a mostrar, hijo mío.
             
              2 Enoc levantó la voz y habló a su hijo Matusalén:                "A ti quiero hablarte, hijo mío, escucha mis palabras y pon                atención a la visión del sueño de tu padre.               
             
              3 Antes de tomar a tu madre Edna, vi una visión sobre mi                cama y he ahí que un toro salía de la tierra y ese                toro era blanco. Tras el toro salió una novilla y con ella                dos terneros, uno de los cuales era negro y el otro rojo.
             
              4 Entonces el ternero negro golpeó al rojo y le persiguió                sobre la tierra y a partir de allí no pude ver ese ternero                rojo.
             
              5 Luego el ternero negro creció y esa novilla se fue con                él y vi salir de él numerosos bueyes que se le semejaban                y le seguían.
             
              6 Y esa primera novilla se alejó del primer toro para buscar                al ternero rojo, pero no lo encontró y profirió por                él un gran lamento y lo buscó.
             
              7 Vi que vino el primer toro y la hizo callar y no volvió                a gritar.
             
              8 Ella parió en seguida otro toro blanco y después                de éste, parió numerosos toros y vacas negros.
             
              9 Vi en mi sueño crecer a este toro blanco hasta llegar a                ser un gran toro blanco, del cual salieron numerosos toros blancos                semejantes a él.
             
              10 Y ellos comenzaron a engendrar numerosos toros blancos que se                les parecían y se seguían el uno al otro.
             
             
             
              Capítulo 86
             
              1 De nuevo estuve fijando mis ojos en el sueño y vi el cielo                por encima y he aquí que una estrella cayó del cielo                en medio de los toros grandes y comió y pastoreó en                medio de ellos.
             
              2 Entonces vi estos toros grandes y negros, todos ellos intercambiaban                sus pastos, establos y becerros y comenzaron a vivir unos con otros.               
             
              3 Observé de nuevo en mi sueño y miré hacia                el cielo y he aquí que muchas estrellas descendían                y caían del cielo en medio de la primera estrella y eran                transformadas en toros en medio de aquellos becerros y pastaban                con ellos y entre ellos.
             
              4 Los miré y vi como todos sacaron su miembro sexual como                caballos y montaron las vacas de los toros y todas quedaron preñadas                y parieron elefantes, camellos y asnos.
             
              5 Todos los toros les tenían miedo, se aterrorizaron con                ellos y comenzaron a morder con sus dientes a devorar ya cornear.
             
              6 Y además comenzaron a devorar a esos toros y he aquí                que todos los hijos de la tierra se empezaron a temblar y a espantarse                ante ellos y a huir.
             
             
             
              Capítulo 87
             
              1 Nuevamente vi como comenzaban a golpearse el uno al otro y a devorarse                el uno al otro y la tierra se puso a gritar.
             
              2 Después elevé de nuevo mis ojos al cielo y tuve                una visión; hela aquí: salieron del cielo seres parecidos                a hombres blancos, salieron cuatro de ese lugar y tres con ellos.               
             
              3 Así, esos tres que salieron de últimos me tomaron                de la mano y me llevaron por sobre la generación terrestre                hasta un lugar elevado y me mostraron una torre alta construida                sobre la tierra y todas las colinas eran más bajas.
             
              4 Me dijeron: "Permanece aquí hasta que hayas visto todo                lo que le sucederá a estos elefantes, camellos y asnos y                a las estrellas, las vacas y a todos ellos".
             
             
             
              Capítulo 88
             
              1 Vi a uno de los cuatro que había salido primero, agarrar                a la primera estrella que había caído del cielo, atarla                de pies y manos y arrojarla en el abismo profundo, angosto, escarpado                y oscuro.
             
              2 Después uno de ellos sacó la espada y se la dio                a los elefantes, camellos y asnos y ellos comenzaron a herirse el                uno al otro y toda la tierra tembló a causa de esto.
             
              3 Seguía observando mi sueño, cuando he aquí                que a uno de los cuatro que habían salido, le llegó                una orden del cielo y él tomó a todas las numerosas                estrellas cuyos miembros sexuales eran como los de los caballos                y él las ató a todas de pies y manos y las arrojó                en un abismo de la tierra.
             
             
             
              Capítulo 89
             
              1 Uno de los cuatro fue hasta donde uno de los toros blancos y le                enseñó y él construyó para sí                un barco y habitó en su interior. Los tres toros entraron                con él en el barco que fue cubierto y techado por encima                de ellos.
             
              2 Yo estaba mirando y vi siete chorros echando mucha agua sobre                la tierra.
             
              3 He aquí que se abrieron los depósitos de agua del                interior de la tierra y comenzaron a brotar y a subir las aguas                sobre ella. Seguí mirando hasta que la tierra fue cubierta                por las aguas,
              (Gn 7:11)
             
              4 por la oscuridad y por la niebla que se cernía sobre ella.
             
              5 Los toros fueron sumergidos, alejados y aniquilados en aquellas                aguas.
             
              6 El barco flotó sobre las aguas, pero todos los toros, asnos                salvajes, camellos y elefantes se hundieron en las aguas.
             
              7 De nuevo vi en mi sueño como los chorros de agua desaparecieron                del alto techo, las grieta de la tierra fueron niveladas pero otros                abismos se abrieron;
             
              8 y el agua empezó a descender por ellos, hasta que la tierra                quedó al descubierto, la barca reposó sobre la tierra,                la oscuridad se retiró y apareció la luz.
              (Gn 8:13)
             
              9 Entonces el toro blanco que se había convertido en hombre                salió de esta barca y con él los tres toros, uno de                los cuales era blanco y se parecía a ese toro, otro era rojo                como sangre y el otro negro.
             
              10 Empezaron a engendrar bestias salvajes y aves. Hubo una multitud                de toda especie: leones, leopardos, perros, lobos, hienas, cerdos                salvajes, zorros, ardillas, jabalís, halcones, buitres, gavilanes,                águilas y cuervos. En medio de ellos nació otro toro                blanco.
              (Gn 10-11)
             
              11 Comenzaron a morderse unos a otros. El toro blanco que había                nacido en medio de ellos, engendró un asno salvaje y también                un becerro blanco. El asno salvaje se multiplicó.
              (Gn 21:12-13)
             
              12 El becerro blanco, que había sido engendrado por el toro                blanco, engendró un jabalí negro y un carnero blanco.                El jabalí engendró muchos jabalís y el carnero                engendró doce ovejas.
              (Gn 25:25-26; Gn 35:22-26)
             
              13 Cuando estas doce oveja hubieron crecido le dieron una oveja                de entre ellas a los asnos salvajes, pero esos asnos a su vez entregaron                esa oveja a lobos y la oveja creció entre los lobos.
              (Gn 27:12-36)
             
              14 El carnero guió a todas las once ovejas a habitar y pacer                con él entre los lobos y ellas se multiplicaron y se transformaron                en un rebaños de numerosas ovejas.
              (Gn 46:1-7)
             
              15 Los lobos empezaron a oprimir al rebaño hasta hacer perecer                a sus pequeños y a arrojar a sus pequeños en una corriente                de agua. Entonces las ovejas comenzaron a gritar por sus pequeños                y a lamentarse ante su Señor.
              (Gn 47:27; Ex:1:7-22)
             
              16 Una oveja que había escapado de los lobos huyó                y fue hasta donde los asnos salvajes. Yo miré mientras el                rebaño se quejaba y gritaba terriblemente hasta que descendió                el Señor del rebaño a la voz de las ovejas, desde                su alto santuario vino a su lado y las hizo pacer.
              (Ex 2:15,22,23)
             
              17 Llamó a la oveja que había escapado de los lobos                y le hablo sobre los lobos, para que los intimara a no tocar más                a las ovejas.(Ex 3)
             
              18 Y esta oveja fue a donde los lobos por orden del Señor                y otra oveja se encuentro con ella y fue con ella. Fueron y las                dos entraron juntas en la asamblea de los lobos, por orden del Señor,                les hablaron y les intimaron para que no tocaran más a las                ovejas.
              (Ex 5:1-5)
             
              19 Desde entonces observé que los lobos oprimieron con más                dureza y con todas sus fuerzas a las ovejas y las ovejas gritaron                fuerte.
              (Ex 5.6-9)
             
              20 Y su Señor fue al lado de las ovejas y se puso a golpear                a esos lobos y los lobos comenzaron a lamentarse, en cambio las                ovejas llegaron a tranquilizase y desde ahí cesaron de gritar.
              (Ex 7-11, 12:29-31)
             
              21 Vi las ovejas cuando partían de entre los lobos y los                ojos de los lobos fueron oscurecidos y esos lobos salieron persiguiendo                a las ovejas con todas sus fuerzas.
              (Ex 12:37, 14:5-7)
             
              22 Pero el Señor de las ovejas fue con ellas conduciéndolas,                todas sus ovejas le seguían y su rostro era resplandeciente,                glorioso y terrible a la vista.
              (Ex 13:21,22, 14:8)
             
              23 Los lobos comenzaron a perseguir a esas ovejas, hasta que se                las alcanzaron cerca de un estanque de agua.
              (Ex 14:9)
             
              24 Pero este estanque de agua se dividió y el agua se levantó                de un lado y del otro ante su cara y el Señor los condujo                y se colocó Él mismo entre ellos y los lobos.
              (Ex 14:21,22)
             
              25 Como esos lobos no veían más a las ovejas, ellas                anduvieron en medio de este estanque y los lobos persiguieron a                las ovejas y corrieron tras ellas, esos lobos en este estanque de                agua.
              (Ex 14:23)
             
              26 Y cuando ellos vieron al Señor de las ovejas se regresaron                para huir de su presencia, pero este estanque de agua se cerró                y volvió repentinamente a su posición natural y se                llenó de agua.
              (Ex 14:24-27)
             
              27 Continué mirando hasta que todos los lobos que iban persiguiendo                a este rebaño, perecieron sumergidos y ahogados y las aguas                los cubrieron.
              (Ex 14:28)
             
              28 El rebaño se apartó de estas aguas y fueron a un                lugar desolado en el que no hay agua ni hierba y sus ojos se abrieron                y vieron. Miré hasta que el Señor del rebaño                los apacentó , les dio agua y hierba y la oveja fue y los                guió.
              (Ex 15:22-27, 17:6)
             
              29 La oveja subió a la cima de una roca elevada y el Señor                del rebaño la envió en medio del rebaño y todos                ellas se mantenían a distancia.
              (Ex 19:3)
             
              30 Entonces miré y he aquí que el Señor del                rebaño se alzó frente al rebaño y su apariencia                era potente, grandiosa y terrible y todo el rebaño lo vio                y tuvo miedo de Él.
              (Ex 19:16)
             
              31 Todas estaban asustadas y temblando ante Él y le gritaron                al cordero que era su segundo y que estaba en medio de ellas: "Nosotras                no podemos estar delante del Señor".
             
              32 Entonces se volvió el cordero que las guiaba y subió                por segunda vez a la cima de aquella roca. Pero el rebaño                comenzó a cegarse y a apartarse del camino que les había                señalado, sin que el cordero supiera tales cosas.
              (Ex 32:1-6)
             
              33 El Señor del rebaño se enfureció mucho contra                el rebaño, el cordero lo supo y descendió de la cima                de aquella roca y vino al rebaño y encontró a la mayoría                cegadas y extraviadas.
              (Ex 32:7-10,19)
             
              34 Cuando lo vieron comenzaron a atemorizarse delante de Él,                queriendo volver a sus rediles.
             
              35 El cordero tomó con él a otras ovejas y vino al                rebaño, degollaron a todas las extraviadas y comenzaron a                temblar ante Él. Entonces ese cordero hizo regresar a sus                rediles a todo el rebaño extraviado.
              (Ex 32:27-28)
             
              36 Continué viendo este sueño hasta que este cordero                se transformó en hombre, construyó un campamento para                el Señor del rebaño y llevó a todo el rebaño                a este campamento.
              (Ex 33:7-11, 40)
             
              37 Seguí mirando hasta que se durmió esa oveja que                se había unido al cordero que dirigía a las ovejas.                Observé hasta que todas las ovejas mayores hubieron perecido                y se levantaron en su lugar unas menores y ellas entraron en un                pastizal y se acercaron a un río.
             
              38 Después la oveja que los guiaba y que se había                convertido en hombre, fue separada de ellas, se durmió y                todas las ovejas la buscaron y lloraron por ella con grandes lamentos.
              (34:5,7)
             
              39 Vi hasta que terminaron de llorar por esta oveja. después                atravesaron este río y vinieron otras ovejas que las guiaron                en lugar de las que se durmieron después de haberlas guiado.
              (Dt 34:8; Jos:17)
             
              40 Vi las ovejas hasta que entraron en una región hermosa,                en una tierra agradable y espléndida. Vi esas ovejas hasta                que fueron saciadas y ese campamento estaba entre ellas en esa tierra                agradable.
             
              41 Tan pronto como abrían los ojos se cegaban, hasta que                se levantó otra oveja y las guió y las condujo a todas                y se abrieron sus ojos.
              (1S 3:1-14)
             
              42 Los perros, los zorros y los jabalís salvajes se pusieron                a devorar estas ovejas hasta que el Señor de las ovejas levantó                un carnero de en medio de ellas para guiarlas.
              (1S 4:1-11, 10:17-25)
             
              43 Ese carnero comenzó a embestir de un lado y de otro a                esos perros, zorros y jabalís, hasta que hizo perecer a todos                ellos.
              (1S 11:1-11)
             
              44 Esa oveja cuyos ojos fueron abiertos, vio que al carnero que                estaba entre las ovejas lo abandonaba su gloria y comenzaba a embestir                a las ovejas, a pisotearlas y a comportarse en forma indebida.
              (1S 13:13-14)
             
              45 Entonces el Señor de las ovejas envió al cordero                a otro cordero y lo ascendió para que fuera un carnero y                dirigiera a las ovejas en vez del carnero al que había abandonado                su gloria.
              (1S 16)
             
              46 Fue a su lado y le habló en secreto y lo ascendió                a carnero, lo hizo juez y pastor de las ovejas, pero durante todos                estos acontecimientos, los perros oprimían a las ovejas.
             
              47 El primer carnero persiguió al segundo y este segundo                salió y huyó de su presencia, pero vi hasta que los                perros abatieron a aquel primer carnero.(1S 19:9-12; 22-24)
             
              48 Después ese segundo carnero se levantó y condujo                a las ovejas y engendró numerosas ovejas y luego se durmió.                Una pequeña oveja se convirtió en carnero y fue el                juez y el líder en su lugar.
              (2S 2:4; 1R 1:38-39)
             
              49 Esas ovejas crecieron y se multiplicaron y todos esos perros,                zorros y jabalís tuvieron miedo y huyeron lejos. Este carnero                embistió y mató a todas las bestias salvajes y esas                bestias no tuvieron más poder entre las ovejas ni les guiaron                más.
             
              50 Esa casa llegó a ser grande y amplia y fue edificada por                esas ovejas. Una torre elevada y grande fue construida sobre la                casa, para el Señor de las ovejas. El campamento era bajo,                pero la torre muy alta y el Señor de las ovejas se mantenía                sobre ella y ofrecieron ante Él una mesa llena.
              (1R 6-8)
             
              51 Después vi a esas ovejas errar de nuevo e ir por una multitud                de caminos y abandonar su casa. El Señor de las ovejas llamó                de entre ellas a algunas ovejas y las envió al lado de las                ovejas, pero las ovejas comenzaron a asesinarlas.
             
              52 Pero, una de ellas fue salvada y no fue muerta, salió                y gritó a causa de las ovejas y ellas quisieron matarla,                pero el Señor de las ovejas la salvó de entre las                manos de las ovejas, la hizo subir y habitar cerca de mí.
              (2R 2:5)
             
              53 Él envió sin embargo muchas otras ovejas a esas                ovejas para testificarles y para lamentarse sobre ellas.
             
              54 Después las vi abandonar la casa del Señor y su                torre; erraban en todo y sus ojos estaban cerrado. Vi al Señor                de las ovejas hacer una gran carnicería con ellas, hasta                que esas ovejas provocaron la carnicería y traicionaron su                puesto.
             
              55 Él las abandonó en las manos de los leones y los                tigres, de los lobos y las hienas, de los zorros y de todas las                bestias salvajes, que comenzaron a despedazar a esta ovejas.
             
              56 las vi abandonar su casa y su torre y entregarlas a los leones                para que las destrozaran y devoraran.
              (Jr 39:8; 2R 25:8-12; 2Cr 36:17-20; Mt 24:1-2)
             
              57 Me puse a gritar con todas mis fuerzas y a llamar al señor                de las ovejas y le hice ver que las ovejas eran devoradas por todas                las bestias salvajes.
             
              58 Pero Él permaneció inmutable y cuando las vio se                alegró al ver que era devoradas, tragadas y robadas y las                abandono para que fueran pasto de las bestias.
             
              59 Él llamó a setenta pastores y les entregó                a esas ovejas para que las llevaran a pastar y le dijo a los pastores                y a sus acompañantes: "Que cada uno de vosotros lleve de                ahora en adelante a las ovejas a pacer y todo lo que os ordene,                hacedlo.
             
              60 "Os las entregaré debidamente contadas y os diré                cuáles deben ser destruidas y esas, hacedlas perecer". Y                lees entregó aquellas ovejas.
             
              61 Después el llamó a Otro y le dijo: "Observa y registra                todo lo que los pastores hacen a estas ovejas, ya que ellos destruyen                más delas que yo les he mandado;
             
              62 todo exceso y destrucción que sea ejecutado por los pastores                regístralo: cuántos destruyen de acuerdo con mi orden                y cuántos de acuerdo con su propio capricho. Pon en la cuenta                de cada pastor la destrucción que efectúe.
             
              63 "Lee luego el resultado ante mí: cuántas destruyeron                y cuántas les entregué para su destrucción.                Que esto pueda ser un testimonio contra ellos para saber toda acción                de los pastores, que yo los evalúe y vean lo que hacen y                si se atienen o no a lo que les he ordenado.
             
              64 "Pero, ellos no deben enterarse, no debes contarlo a ellos ni                debes advertirles, sino solamente anotar cada destrucción                que los pastores ejecuten, una por una y al momento, y exponer todo                eso ante mí.
             
              65 Vi cuando esos pastores pastorearon en su tiempo y comenzaron                a matar y destruir a más ovejas de las que fueron ofrecidas                y ellos entregaron a esas ovejas en manos de los leones.
             
              66 los leones y los tigres devoraron a gran parte de esas ovejas                y los jabalís comieron junto con ellos. Ellos quemaron esa                torre y demolieron esa casa.
             
              67 Me entristecí muchísimo por esa torre porque la                casa de las ovejas fue demolida y ya no pude ver si esas ovejas                entraban en esa casa.
             
              68 Los pastores y sus cómplices entregaron a esas ovejas                a todas las bestias salvajes, para que las devoraran pero cada uno                de ellos había recibido un número determinado y fue                anotado para cada uno de ellos, por el Otro, en un libro, cuántas                de ellas habían destruido.
             
              69 Cada uno mataba y destruía más de las que fueron                prescritas y yo comencé a llorar y a lamentarme por causa                de esas ovejas.
             
              70 Entonces en la visión observé al que escribía                como anotaba cada una que era destruida por esos pastores día                por día y él llevó y expuso todo su libro y                mostró al señor de las ovejas todo lo que realmente                habían hecho ellos y todo lo que cada uno había hecho                y todas las que ellos habían entregado a la destrucción.
             
              71 Y el libro fu leído ante el Señor de las ovejas                y Él tomó el libro en su mano, lo leyó, lo                selló y lo archivó
             
              72 Tras eso, vi que los pastores las llevaban a pastar durante doce                horas y he aquí que tres de esas ovejas regresaron; arribaron,                entraron y empezaron edificar todo lo que se había derrumbado                de esa casa, pero los jabalís se lo impidieron y ellas no                fueron capaces.
              (Ne 3:33)
             
              73 Después, ellas comenzaron de nuevo a construir, como antes                elevaron la torre, que fue llamada torre alta, y comenzaron de nuevo                a colocar una mesa ante la torre, pero todo el pan que había                estaba contaminado e impuro.
             
              74 Acerca de todo esto los ojos de esas ovejas estaban cegados y                no veían y sus pastores tampoco y él las entregó                para una mayor destrucción a sus pastores que pisotearon                las oveja con sus pies y las devoraron.
             
              75 El Señor de las ovejas se mantuvo indiferente hasta que                todas las ovejas fueron dispersadas por el campo y se mezclaron                con ellas, y ellos no las salvaron de las manos de las bestias.               
             
              76 El que había escrito el libro lo trajo, lo mostró                y lo leyó ante el Señor de las ovejas; le imploró                y suplicó por cuenta de ellas y le mostró todos los                actos de los pastores y dio testimonio ante Él contra los                pastores.
              (Ez 34:4; Za 11:4)
             
              77 Tomó el libro vigente, lo depositó al lado de Él                y se fue.
             
             
             
              Capítulo 90
             
              1 Observé en esta forma hasta que treinta y cinco pastores                emprendieron el pastoreo y ellos cumplieron estrictamente sus turnos:                desde el primero, cada uno las fue recibiendo en sus manos, a fin                de apacentarlas cada pastor en su turno respectivo.
             
              2 Después de esto, en una visión vi venir a todas                las aves rapaces del cielo: águilas, buitres, gavilanes y                cuervos; las águilas guiaban a todas esas aves y se pusieron                a devorar a estas ovejas, a picarles los ojos y a devorar sus carnes.
             
              3 Las ovejas gritaron porque su carne estaba siendo devorada por                las aves. Yo miraba y me lamentaba en mi sueño por el pastor                que apacentaba las ovejas.
             
              4 Observé hasta que esas ovejas fueron devoradas por las                águilas, los gavilanes y los buitres, que no les dejaron                ninguna carne ni piel ni tendones sobre ellas y no les quedaron                más que sus huesos hasta que los huesos también cayeron                al suelo y las ovejas llegaron a ser muy pocas.
             
              5 Vi cuando veintitrés pastores habían apacentado                y habían cumplido estrictamente sus turnos cincuenta y ocho                veces.
             
              6 He aquí que unos corderos nacieron de esas ovejas blancas                y llegaron a abrir sus ojos y ver y le balaron a las ovejas
             
              7 y les gritaron, pero no les escucharon lo que decían porque                estaban extremadamente sordas y demasiado ciegas y cada vez peor.
             
              8 Vi en la visión como los cuervos volaban sobre estos coderos                y agarraban a uno de ellos y despresaban a las ovejas y las devoraban.
             
              9 Observé hasta que retoñaron los cuernos de estos                corderos y los cuervos se los hacían caer y vi hasta que                allí un gran cuerno retoño en una de estas ovejas                y sus ojos se abrieron.
             
              10 Ella los miró y le gritó a las ovejas y los carneros                la vieron y acudieron todos a su lado.
             
              11 A pesar de esto, todas las águilas, buitres, cuervos y                gavilanes seguían arrebatando a las ovejas, se echaban sobre                ellas y las devoraban. Aun las ovejas permanecían en silencio                pero los carneros gritaban y se lamentaban.
             
              12 Luego estos cuervos lucharon y batallaron con ella y quisieron                tumbar su cuerno, pero no pudieron hacerlo.
             
              13 Vi hasta que los pastores, las águilas, los buitres y                los gavilanes vinieron y le gritaron a los cuervos que rompieran                el cuerno de esa ese carnero y lucharon y batallaron contra él                y el combatió contra ellos y gritó para que acudieran                en su ayuda.
             
              16 Todas las águilas, buitres, cuervos y gavilanes se congregaron                y llevaron con ellos a todas las ovejas del campo, se unieron y                se conjuraron para hacer pedazos este cuerno del carnero.
             
              17 Vi al hombre que había escrito el libro por orden del                Señor, abrir el libro acerca de la destrucción que                habían ejecutado los doce últimos pastores, revelar                ante el Señor que ellos habían destruido mucho más                que sus predecesores.
             
              14 Vi a ese hombre que había anotado los nombres de los pastores                y lo había llevado y presentado ante el Señor de las                ovejas que llegó en ayuda de aquel carnero, lo socorrió,                lo rescató y le mostró todo.
             
              15 Y vi venir a su lado al Señor de las ovejas, enfurecido;                todos los que lo vieron huyeron y ensombrecieron ante su presencia.
             
              19 Observé el momento en que una gran espada fue entregada                a las ovejas y ellas procedieron contra todas las fieras del campo                para matarlas y todas las bestias y las aves huyeron de su presencia.
             
              18 Y vi cuando el Señor de las ovejas fue junto a ellas,                tomó en sus manos la vara de su cólera, golpeó                la tierra y la tierra se resquebrajó y todas las bestias                y las aves del cielo cayeron lejos de estas ovejas y fueron engullidas                por la tierra que se cerró sobre ellas.
             
              20 Vi cuando un trono fue erigido sobre la tierra agradable, el                Señor de las ovejas se sentó sobre él y el                Otro tomó los libros sellados y los abrió ante el                Señor de las ovejas.
             
              21 El Señor llamó a esos hombres blancos, los siete                primeros y mandó que ellos llevaran ante Él, comenzando                por la primera estrella que las guiaba, a todas las estrellas cuyo                miembro sexual era como el de los caballos. y ellos las llevaron                a todas ante Él.
             
              22 Luego, Él habló al hombre que escribía ante                Él, uno de los siete hombres blancos, y le dijo: "Toma esos                setenta pastores a quienes había encomendado las ovejas y                que después de haberlas recibido degollaron a muchas más                de las que se les había mandado".
             
              23 He aquí que los vi a todos encadenados y todos se postraron                ante Él.
             
              24 El juicio recayó en primer lugar sobre las estrellas y                ellas fueron juzgadas, encontradas culpables y enviadas al lugar                de condenación, fueron arrojadas a un abismo llenos de fuego,                llamas y columnas de fuego.
              (Os 4:1-8)
             
              25 Entonces los setenta pastores fueron juzgados, encontrados culpables                y arrojados al abismo ardiente.
             
              26 Vi en ese momento como un precipicio que se estaba abriendo en                medio de la tierra. Llevaron a aquellas ovejas ciegas hasta allí                y todas fueron juzgadas y encontradas culpables y arrojadas al abismo                en semejante abismo de fuego y ellas ardieron en ese precipicio                que estaba a la derecha de esa casa.
             
              27 Vi arder a esas ovejas y sus huesos también ardían.
             
              28 Me levanté para ver como Él desarmó esa                vieja casa, se llevó todas sus columnas, vigas y adornos                de la casa que fueron retirados al mismo tiempo, y se los llevaron                y los pusieron en un lugar al sur de la tierra.
             
              29 Vi cuando el Señor de las ovejas trajo una nueva casa,                más grande y alta que la primera y Él la puso en el                sitio de la primera que había sido desarmada. Y todas sus                columnas eran nuevas y sus adornos eran nuevos y mayores que los                de la primera, la casa vieja que se había llevado. Todas                las ovejas estaban adentro.
              (Es 6:14-15; Ez 40:2; Ap 21:10-11)
             
              30 Vi a todas las ovejas que quedaban, a las bestias de la tierra                y a las aves del cielo inclinarse para rendir homenaje a estas ovejas,                suplicarles y obedecerles en todas las cosas.
              (Ap 7:13-15, 22:3)
             
              31 Luego esos tres que estaban vestidos de blanco, aquellos que                me habían elevado antes, me tomaron de la mano y también                el carnero me tomo la mano y me hicieron subir y sentar en medio                de estas ovejas, antes de que tuviera lugar el juicio.
             
              32 Estas ovejas eran todas blancas y su lana abundante y pura.
              (Ap 7:9)
             
              33 Y todas las que habían sido destruidas o dispersadas por                las bestias del campo y las aves del cielo, se congregaron en esta                casa y el Señor de las ovejas se regocijó con gran                alegría porque todas eran buenas y porque ellas habían                regresado a su casa.
             
              34 Vi cuando ellas depusieron esa espada que había sido dada                a las ovejas: ellas la llevaron a la casa y la sellaron en presencia                del Señor. Y todas las ovejas fueron invitadas a esta casa                aunque no cabían. (Is 2:4; Os 2:20; Jl 4:10; Mi 4:3; Za 9:10-11)
             
              35 Sus ojos fueron abiertos y ellas vieron bien y no hubo ninguna                de ellas que no viera.
             
              36 Vi que esta casa era grande, amplia y estaba completamente llena.
             
              37 Vi que un toro blanco nació y sus cuernos eran grandes                y todas las bestias del campo y todas las aves del cielo le temían                y le suplicaban a toda hora.
             
              38 Vi cuando fueron cambiadas todas sus especies y todos se convirtieron                en toros blancos y el primero entre ellos se transformó en                un cordero que llegó a ser un gran búfalo que tenía                sobre su cabeza dos cuernos negros y el Señor de las ovejas                se regocijó sobre él y sobre todos los toros.
              (Ap 4-5)
             
              39 Yo estaba dormido en medio de ellos y me desperté después                de haberlo visto todo.
             
              40 Tal es la visión que tuve cuando estaba durmiendo y cuando                me desperté bendije al Señor de Justicia y lo glorifiqué.
             
              41 Entonces lloré mucho y sin contener mis abundantes lágrimas                hasta más no poder y cuando yo miraba se deslizaban sobre                lo que veía porque todo ocurrirá y se cumplirá,                porque uno tras otro me fueron revelados todos los actos de los                hombres .
             
              42 Esa noche recordé mi primer sueño y lloré                y me angustié porque había tenido esa visión.
             
             
             
              Libro de las Semanas [Carta de Enoc]
             
             
             
              Capítulo 91
             
              1 Ahora, hijo mío, Matusalén, convoca en torno a mi                a todos tus hermanos, reúne a mi alrededor a todos los hijos                de tu madre, porque la palabra me llama y el espíritu se                ha vertido sobre mí, para que os revele todo lo que pasará,                hasta la eternidad.
             
              2 Así Matusalén fue y se juntó con todos sus                hermanos y congregó a sus parientes;
             
              3 y Enoc le habló a todos los hijos de justicia y les dijo:                "Oíd hijos de Enoc todas las palabras de vuestro padre y                atended la palabra de mi boca, pues es a vosotros a quienes exhorto                y digo bienamados, amad la justicia y caminad con ella.
             
              4 "No os acerquéis a la justicia con un corazón doble                ni os asociéis con los de doble corazón; caminad con                rectitud hijos míos, os guiará por buenos caminos                y la justicia os acompañará.
             
              5 "Sé que la violencia se incrementa sobre la tierra y un                gran castigo va a ejecutarse sobre ella y toda injusticia será                exterminada, cortada de raíz y sus estructuras serán                completamente demolidas.
             
              6 "La injusticia va a a ser consumada de nuevo sobre la tierra y                todas las acciones de injusticia, opresión y trasgresión                se duplicarán y prevalecerán.
              (Mt 24:12; 2Ts 2:3)
             
              7 "Pero cuando toda clase de obras de pecado, injusticia, blasfemia                y violencia se hayan incrementado y la apostasía, la desobediencia                y la impureza aumenten, un gran castigo del cielo vendrá                sobre la tierra y el Señor santo vendrá con ira y                castigo sobre la tierra para ejecutar el juicio.
              (Mt 24:29-44)
             
              8 "En esa época la violencia serán cortada de raíz                y de la injusticia y del engaño serán destruidas bajo                el cielo.
              (4Es 18:53)
             
              9 "Todos los ídolos de las naciones y sus templos serán                abandonados, quemados con fuego y desterrados de toda la tierra.
             
              10 Los justos se levantarán de sus sueños, la sabiduría                surgirá y les será dada y la tierra descansará                por todas las generaciones futuras.
              (Ap 20:4)
             
              18 Y ahora voy hablaros hijos míos para mostraros todos los                caminos de justicia y todos los caminos de violencia y de nuevo                os los mostraré para que sepáis lo que va a ocurrir.
             
              19 Ahora pues, hijos míos, escuchadme y escoged los caminos                de justicia y rechazad los de la violencia, porque marchan hacia                la destrucción completa todos los que van por el camino de                la injusticia.
             
             
             
              Capítulo 92
             
              1 Lo que escribió Enoc y entregó a Matusalén                su hijo, y a todos los que habitan la tierra firme para que obren                el bien y la paz:
             
              2 "No os angustiéis en vuestro espíritu a causa de                los tiempos, porque el Gran Santo ha dado un tiempo para todo.
              (2Ts 2:2)
             
              3 "Los justos se levantarán de su sueño y avanzarán                por senderos de justicia y todos sus caminos y palabras serán                de rectitud y gracia.
             
              4 "Él otorgará la gracia a los justos y les dará                su eterna justicia y su poder; Él permanecerá en bondad                y justicia y marchará con luz eterna.
             
              5 "En cambio, el pecado se perderá en las tinieblas para                siempre y no aparecerá más desde ese día hasta                la eternidad".
             
             
             
              Capítulo 93
             
              1 Enoc reanudó su discurso diciendo:
             
              2 "A propósito de los hijos de la Justicia y acerca del Elegido                del mundo, que ha crecido de una planta de verdad y de justicia,                os hablaré y os daré a conocer yo mismo (Enoc), hijos                míos, según he entendido y se me ha revelado todo                por una visión celestial y por la voz de los Vigilantes y                los Santos. En las tablas celestiales he leído y entendido                todo".
             
              3 Continuó hablando Enoc y dijo: "Yo, Enoc, nací el                séptimo, en la primera semana, en la época en que                la justicia aún era firme.
              (Gn 5:18)
             
              4 "Después de mí, vendrá la semana segunda                en la que crecerán la mentira y la violencia y durante ella                tendrá lugar el primer Final, y entonces, un hombre será                salvado. Y cuando esta semana haya acabado, la injusticia crecerá,                y Dios hará una ley para los pecadores. (Gn 6-7; Jubileos                11:1-13; Ro 3:20, 7:7.13)
             
              5 "Después, hacia el final de la tercera semana, un hombre                será elegido como planta de juicio justo, tras de lo cual                crecerá como planta de justicia para la eternidad.
              (Gn 12:1-3)
             
              6 "Luego, al terminar la cuarta semana, las visiones de los santos                y de los justos aparecerán y será preparada una ley                para generaciones de generaciones y un cercado.
              (Dt 5:22)
             
              7 "Después, al final de la quinta semana, una casa de gloria                y poder será edificada para la eternidad.
              (1R 7:11, 23:5; Sal 89:29-38)
             
              8 "Luego, en la sexta semana, los que vivirán durante ella                serán enceguecidos y su corazón, infielmente, se alejará                de la sabiduría. Entonces un hombre subirá al cielo                y al final de esta semana, la casa de dominación será                consumida por el fuego y será dispersado todo el linaje de                la raíz escogida.
              (2R 2:5, 25:8-12)
             
              9 "Luego, en la séptima semana surgirá una generación                perversa; numerosas serán sus obras, pero todas estarán                en el error.
             
              10 " Y al final de esta semana serán escogidos los elegidos                como testigos de la verdad de la planta de justicia eterna. Les                será dada sabiduría y conocimiento por septuplicado.
             
              11 [91] "Ellos para ejecutar el juicio, arrancarán de raíz                las causas de la violencia y en ellas la obra de la falsedad.(Ap                19:11-21)
             
              12 [91] "Después de esto vendrá la octava semana,                la de la justicia, en la cual se entregará una espada a todos                los justos para que juzguen justamente a los opresores, que serán                entregados en sus manos.
             
              13 [91] "Y al final de esta semana los justos adquirirán                honestamente riquezas y será construido el templo de la realeza                de El Grande, en su esplendor eterno, para todas las generaciones.
             
              14 [91] "Tras esto, en la novena semana se revelarán la justicia                y el juicio justo a la totalidad de los hijos de la tierra entera                y todos los opresores desaparecerán totalmente de la tierra                y serán arrojados al pozo eterno y todos los hombre verán                el camino justo y eterno.(Mt 24.14; Mc 13:10)
             
              15 [91] "Después de esto, en la décima semana, en                su séptima parte, tendrá lugar el Juicio Eterno. Será                el tiempo del Gran Juicio y Él ejecutará la venganza                en medio de los santos. (Dn 7:10; Mt25:31-46; Ap 20:11-15)
             
              16 [91] "Entonces el primer cielo pasará y aparecerá                un nuevo cielo y todos los poderes de los cielos se levantarán                brillando eternamente siete veces más. (Is 65:17; 2P3:13;                Ap 21:1)
             
              17 [91] "Y luego de esta, habrá muchas semanas, cuyo número                nunca tendrá fin, en las cuales se obrarán el bien                y la justicia. El pecado ya no será mencionado jamás."
             
              11 ¿Quién entre todos los humanos puede escuchar las                palabras del Santo sin turbarse, comprender su mandamiento del Señor,                o puede imaginar sus pensamientos?
             
              12 ¿O quién entre todos los humanos puede contemplar                todas las obras de los cielos o las columnas angulares sobre las                que descansan? ¿Y quién ve un alma o un espíritu                y puede volver para contarlo? ¿O subir y ver todos sus confines                y pensar u obrar como ellos?
             
              13 ¿O quién entre los hijos de los hombres puede conocer                y medir cuál es la longitud y la anchura de toda la tierra?                ¿O a quién se le han mostrado todas sus dimensiones                y su forma?
              (Ef 3:18)
             
              14 ¿Quién entre todos los humanos puede conocer cuál                es la longitud de los cielos y cuál es su altura o cómo                se sostienen o cuan grande es el número de las estrellas?
             
             
             
              Capítulo 94
             
              1 Ahora os digo hijos míos: "Amad la justicia y caminad en                ella, porque los caminos de la justicia son dignos de ser aceptados,                pero los caminos de la iniquidad serán destruidos y desaparecerán.
             
              2 "A los hijos de los hombres de cierta generación les serán                mostrados los caminos de la violencia y de la muerte y se mantendrán                lejos de ellos y no los seguirán".
             
              3 Ahora os digo a vosotros justos: "No andéis por los caminos                de la maldad ni por los caminos de la muerte porque seréis                destruidos.
             
              4 "En cambio buscad y escoged para vosotros la justicia y elegid                la vida; caminad por los senderos de paz y viviréis y prosperaréis.
              (Dt 29:19; Sal 85:11-14)
             
              5 "Mantened mis palabras en vuestras reflexiones y no las hagáis                padecer el ser borradas de vuestros corazones, pues sé que                los pecadores tentarán a la gente para que pida con mala                intención la sabiduría y tanto que no se le encontrará                en ningún lugar, y ninguna prueba puede evitarse.
              (St 4:3)
             
              6 "¡Desgracia para quienes edifican la injusticia y la opresión                y las cimientan en el engaño, porque serán repentinamente                derribados y no habrá paz para ellos!
              (Is 5.8; Am 8:5; Ha 2:9)
             
              7a "¡Desgracia para los que edifican sus casas con el pecado                porque todos sus cimientos serán arrancados y por la espada                caerán!
              (Jr 22:13; Ha 2:11)
             
              8 "Desgracia para vosotros ricos porque habéis confiado en                vuestras riquezas, de vuestras riquezas seréis despojados                a causa de que vosotros no os habéis acordado del Más                Alto en la época de vuestra riqueza!
              (Lc 6:24, 16:25)
             
              7b Los que poseéis el oro y la plata pereceréis repentinamente                en el juicio.
             
              9 "Habéis blasfemado y cometido injusticia y estáis                maduros para el día de la matanza y la oscuridad, para el                día del gran juicio.
             
              10 "Os digo y os anuncio que quien os ha creado os derrocará                y sobre vuestra ruina no habrá misericordia pues vuestro                Creador se alegrará de vuestra destrucción.
             
              11 "Y vosotros justos en esos días seréis un reproche                para los pecadores y los impíos.
             
             
             
              Capítulo 95
             
              1 ¡Oh, si mis ojos fueran aguas y yo pudiera llorar sobre                vosotros, extendería mis lágrimas como nubes y podría                consolar mi angustiado corazón!
              (Lc 19:41)
             
              2 ¿Quién os ha permitido hacer ofensas y practicar                maldades? El juicios alcanzará a vosotros, pecadores.
             
              3 No temáis a los pecadores, oh justos, porque el Soberano                del Universo los entregará de nuevo en vuestras manos para                que vosotros los juzguéis a gusto.
              (Is 8.12; 2M 6:26; Mt 10:26-28; 1Co 6:2; 1P 3:14)
             
              4 ¡Desgracia para vosotros que lanzáis anatemas que                no se pueden romper, el remedio está lejos de vosotros a                causa de vuestros pecados! (Sal 62:13; Mt 6.38-47; Lc 6:27-28; Ro                2:1-2,6; 12:17-19)
             
              5 ¡Desgracia para vosotros que devolvéis el mal a vuestro                prójimo, porque seréis tratados de acuerdo a vuestras                obras!
             
              6 ¡Desgracia para vosotros testigos falsos y para quienes                pesáis el precio de la injusticia, porque pereceréis                repentinamente!
             
              7 ¡Desgracia para vosotros pecadores que perseguís                a los justos, porque vosotros mismos seréis entregados y                perseguidos a causa de esa injusticia y el peso de su yugo caerá                sobre vosotros!
             
             
             
              Capítulo 96
             
              1 Tened esperanza oh justos, porque repentinamente perecerán                los pecadores ante vosotros, y tendréis dominio sobre ellos                de acuerdo a vuestro deseo.
             
              2 En el día de la tribulación de los pecadores, vuestros                hijos ascenderán y volarán como águilas y vuestro                nido estará más alto que el de los cóndores;                como ardillas subiréis y como conejillos podréis entrar                en las hendiduras de la tierra y en las grietas de las rocas, lejos                para siempre de la presencia de los injustos, que gemirán                como sirenas y llorarán por causa de vosotros.
             
              3 Por tanto, no temáis vosotros los que habéis sufrido,                porque la sanación será distribuida entre vosotros,                una luz radiante os iluminará y escucharéis del cielo                la palabra de descanso.
              (Mt 11:28)
             
              4 ¡Desgracia para vosotros pecadores porque vuestra riqueza                os da la apariencia de justos, pero vuestros corazones os convencen                de que sois pecadores y ello será un testimonio contra vosotros                y vuestras malas acciones!
             
              5 ¡Desgracia para vosotros que devoráis la flor del                trigo, que bebéis vino en grandes tazas y que con vuestro                poder pisoteáis a los humildes!
             
              6 ¡Desgracia para vosotros que podéis beber agua fresca                en cualquier momento, porque de un momento a otro recibiréis                vuestra recompensa: seréis consumidos y exprimidos hasta                la última gota, porque rechazasteis la fuente de la vida!               
             
              7 ¡Desgracia para vosotros que forjáis la injusticia,                el fraude y la blasfemia, porque contra vosotros habrá un                memorial por delitos!
             
              8 ¡Desgracia para vosotros poderosos que con la violencia                oprimís al justo, porque el día de vuestra destrucción                está llegando, el día de vuestro juicio y en ese tiempo                vendrán días numerosos y buenos para los justos.
             
             
             
              Capítulo 97
             
              1 Creed, oh justos, porque los pecadores serán avergonzados                y perecerán el día de la iniquidad.
             
              2 Sabed pecadores que el Más Alto está pendiente de                vuestra destrucción y que los ángeles del cielo se                alegran por vuestra perdición.
             
              3 ¿Qué vais a hacer pecadores y a dónde huiréis                el día del juicio cuando escuchéis el murmullo de                la oración de los justos?
             
              4 Os irá como a aquellos contra quienes estas palabras serán                un testimonio: "Sois cómplices de pecado".
             
              5 En esos días la oración de los justos llegará                hasta el Señor y llegarán los días del juicio                para vosotros.
             
              6 Se leerán ante el Santo y el Justo todas las palabras sobre                vuestra injusticia, se os llenará la cara de vergüenza                y Él rechazará toda obra basada en la injusticia.
             
              7 ¡Desgracia que estáis en medio del océano                o sobre el continente, porque su memoria es funesta para vosotros!
             
              8 ¡Desgracia para vosotros que adquirís el oro y la                plata con la injusticia! Decís: "Hemos llegado a ser ricos,                a tener fortuna y propiedades y hemos conseguido lo que hemos deseado;               
              (Jr 22:13-17; Mi 3:10; Ap 3:7)
             
              9 realicemos ahora nuestros proyectos, porque hemos acumulado plata,                llenan nuestros depósitos hasta el borde, como agua, y numerosos                son nuestros trabajadores".
              (Am 8:5)
             
              10 Como agua se derramarán vuestras quimeras, porque vuestra                riqueza no permanecerá, sino que súbitamente volara                de vosotros, porque la habéis adquirido con injusticia y                seréis entregados a una gran maldición.
              (Ha 2:5-8)
             
             
             
              Capítulo 98
             
              1 Ahora juro ante vosotros, para los sabios y para los tontos, que                tendréis extrañas experiencias sobre la tierra.
             
              2 Porque vosotros los hombres os pondréis más adornos                que una mujer y más ropas de colores que una muchacha. En                la realeza, en la grandeza y en poder; en la plata, en el oro y                en el púrpura; en el esplendor y en los manjares, ellos serán                derramados como agua.
             
              3 Porque carecerán de conocimiento y sabiduría y a                causa de ello serán destruidos junto con sus propiedades,                su gloria y su esplendor, con oprobio, mortandad y gran carestía,                su espíritu será arrojado dentro de un horno ardiente.
             
              4 Juro ante vosotros pecadores que así como una montaña                no se convierte en un esclavo ni una colina se convierte en una                sirvienta, así el pecado no ha sido enviado sobre la tierra                sino que el hombre lo ha cometido y cae bajo una gran maldición                quien lo comete.
              (Mt 15:19)
             
              5 La esterilidad no ha sido dada a la mujer sino que es por causa                de la obra de sus manos por la que muere sin hijos.
             
              6 Os juro a vosotros pecadores por el Santo y el Grande que todas                vuestras malas acciones son manifiestas en los cielos y que ninguno                de vuestros actos de opresión está oculto o secreto.
              (Lc 8:17, 12:2)
             
              7 No penséis en vuestro espíritu ni digáis                en vuestro corazón que no sabíais o no veíais                que todo pecador es inscrito diariamente en el cielo ante la presencia                del Más Alto.
              (Mt 25:44)
             
              8 Desde ahora sabéis que toda la opresión que ejercéis                es registrada día a día hasta el día del juicio.
             
              9 ¡Desgracia para vosotros insensatos porque seréis                perdidos por vuestra necedad! No escuchasteis a los sabios y la                buena suerte no será vuestra herencia.
             
              10 Ahora sabéis que estáis preparados para el día                de la destrucción, por eso no esperéis vivir vosotros,                pecadores, sino apartarse y morir; porque vosotros no conoceréis                redención, ya que estáis preparados para el día                del gran juicio, día de la gran tribulación y de la                gran vergüenza para vuestros espíritus.
             
              11 ¡Desgracia para vosotros los de corazón espeso que                forjáis la maldad y coméis sangre! ¿De dónde                coméis tanto y tan bueno y bebéis y os hartáis                si no es de todos los bienes que el Señor, el Más                Alto ha puesto sobre la tierra? Vosotros no tendréis paz.
              (Mt 10:34)
             
              12 ¡Desgracia para vosotros que amáis la injusticia!                ¿Por qué os prometisteis la felicidad? Sabed que seréis                librados a las manos de los justos que os cortarán la cabeza                y os matarán y no tendrán piedad de vosotros.
             
              13 ¡Desgracia para vosotros que os complacéis por la                tribulación de los justos, porque ninguna tumba será                excavada para vosotros!.
             
              14 ¡Desgracia para vosotros que tenéis en nada la palabra                de los justos, porque no hay para vosotros esperanza de vida!
             
              15 ¡Desgracia para vosotros que escribís mentiras y                palabras impías! Porque escriben sus mentiras para que la                gente pueda escucharlas y hagan mal a su prójimo; por eso                ellos no tendrán paz sino que perecerán súbitamente.
             
             
             
              Capítulo 99
             
              1 ¡Desgracia para vosotros que actuáis con impiedad,                alabáis la mentira y la ensalzáis: pereceréis                y no habrá vida feliz para vosotros!
             
              2 ¡Desgracia para quienes pervierten las palabras de verdad,                trasgreden la ley eterna y se convierten en lo que no eran: sobre                la tierra serán pisoteados!
             
              3 En esos días, estad listos, oh justos, para elevar vuestras                oraciones y ponerlas como testimonio ante los ángeles, para                que ellos puedan recordar los pecados de los pecadores ante el Más                Alto.
             
              4 En esos días las naciones se agitarán y las familias                de los pueblos se levantarán en el día de la destrucción.
             
              5 En esos días los miserables saldrán y llevarán                a sus hijos y los abandonarán y sus hijos perecerán;                abandonarán hasta a sus niños de pecho, no volverán                a ellos y no tendrán compasión de sus seres queridos.
             
              6 De nuevo os juro pecadores que el pecado está maduro para                el día del incesante derramamiento de sangre.
             
              7 Los que adoran la piedra y los que fabrican imágenes de                oro, plata, madera o barro y los que adoran espíritus impuros                o demonios y toda clase de ídolos sin discernimiento, a ellos                ninguna ayuda les llegará.
             
              8 Ellos caen en la impiedad por causa de la necedad de sus corazones,                sus ojos están enceguecidos al temor de sus corazones y a                la visión de sus sueños.
             
              9 Por eso se vuelven impíos y temibles, porque han forjado                con toda su obra un engaño y han adorado la piedra perecerán                en un instante.
             
              10 En cambio, en esos días bienaventurados quienes acepten                las palabras de sabiduría y las entiendan, sigan los caminos                del Más Alto, caminen por los senderos de su justicia y no                se conviertan a la impiedad con los impíos; porque ellos                serán salvados.
              (Jr 15:19)
             
              11 ¡Desgracia para vosotros que difundís la maldad                entre vuestro prójimo, porque quedaréis muertos en                la tumba!
             
              12 ¡Desgracia para vosotros que usáis una medida de                fraude y de trampa y que provocáis la amargura sobre la tierra,                porque por eso seréis consumidos!
              (Lv 20:35-36; Dt 25:13-15; Pr 20:10; Am 8:5; Os 12:8; Mi 6:10)
             
              13 ¡Desgracia para vosotros que edificáis vuestra casa                gracias al trabajo de los demás: todos los materiales de                construcción son ladrillos y piedras de injusticia y os digo                que no tendréis ni un momento de paz!
              (Pr 21:9 LXX)
             
              14 ¡Desgracia para aquellos que rechazan la mesura y la herencia                eterna de sus padres y cuyas lamas siguen luego a los ídolos,                porque ellos no tendrán descanso!
             
              15 ¡Desgracia para aquellos que obran injusticia, colaboran                con la opresión y asesinan a su prójimo, hasta el                día del gran juicio!.
             
              16 Porque Él echará por tierra vuestra gloria, causará                dolor en vuestros corazones, suscitará su cólera y                os destruirá a todos con la espada y todos los santos y los                justos se acordarán de vuestros pecados.
             
             
             
              Capítulo 100
             
              1 En esos días en un mismo lugar serán castigados                juntos los padres y sus hijos, y los hermanos uno con otro caerán                en la muerte hasta que corra un río con su sangre.
             
              2 Porque un hombre no podrá impedir a su mano que asesine                a su hijo y a su nieto, ni el pecador podrá impedir a su                mano que asesine a su querido hermano, desde el amanecer hasta que                el sol se oculte, ellos se degollarán entre sí.
              (Ex 32:27-28)
             
              3 El caballo avanzará hasta que su pecho se bañe en                sangre y el carro hasta que su parte superior sea sumergida.
             
              4 En esos días los ángeles descenderán en un                sitio escondido, reunirán en solo lugar a todos los que han                hecho llegar el pecado y en ese día del juicio el Más                Alto se levantará para sentenciar el gran juicio en medio                de los pecadores.
             
              5 Para todos los justos y los santos Él designará                Vigilantes de entre los santos ángeles, ellos les guardarán                como a la niña de un ojo hasta que Él extermine toda                maldad y todo pecado y si los justos duermen un sueño largo,                no tendrán de qué preocuparse.
             
              6 Entonces los hijos de la tierra observarán la sabiduría                en seguridad y entenderán todas las palabras de este libro                y reconocerán que la riqueza no puede salvarlos de la ruina                de su pecado.
             
              7 ¡Desgracia para vosotros si en el día de la terrible                angustia atormentáis a los justos o los quemáis con                fuego, pues seréis compensados de acuerdo con vuestras obras!
             
              8 ¡Desgracia para vosotros duros de corazón que veláis                para planificar la maldad, porque el terror se apoderará                de vosotros y nadie os ayudará!
             
              9 ¡Desgracia para vosotros pecadores por causa de las palabras                de vuestra bocas y de las obras de tus manos, las cuales vuestra                maldad ha forjado; en unas llamas ardientes peores que el fuego,                os quemaréis!
              (Ap 20:15)
             
              10 Ahora, sabed que para Él, los ángeles del cielo                investigarán vuestras acciones, desde el sol, la luna y las                estrellas en referencia a vuestro pecado, porque sobre la tierra                ya ejecutó el juicio sobre los justos;
             
              11 pero Él añadirá como testimonio contra vosotros                toda nube, neblina, rocío o lluvia que estarán impedidos                para descender sobre vosotros y pondrán atención a                vuestros pecados.
             
              12 ¡Ahora dadle regalos a la lluvia a ver si no se niega a                descender sobre vosotros! ¿Cuándo ha aceptado el rocío                oro y la plata para descender?.
             
              13 Cuando caigan sobre vosotros la escarcha y la nieve con sus escalofríos                y todas las tormentas de nieve con sus calamidades, en esos días                no podréis manteneros ante ellos.
             
             
             
              Capítulo 101
             
              1 Hijos del cielo observad el cielo y toda la obra del Más                Alto, temblad ante Él y no obréis el mal en su presencia.
             
              2 Si el cierra las ventana del cielo e impide a la lluvia y al rocío                caer sobre vosotros ¿qué haréis?
             
              3 Si envía contra vosotros su cólera a causa de todas                vuestras obras, no tendréis ocasión de suplicarle                si pronunciáis contra su justicia palabra soberbias e insolentes                y así no tendréis paz.
             
              4 ¿No veis a los pilotos cuando son agitados sus navíos                por las olas y sacudidos por los vientos y caen en peligro?
             
              5 A causa de esto temen que todas sus magníficas propiedades                se vayan al mar con ellos y hacen malos presagios: que el mar os                devorará y perecerán allí.
             
              6 Todo el mar, todas sus aguas y todos sus movimientos ¿no                son acaso obra del Más Alto, no ha puesto Él su sello                sobre toda su acción y no lo ha encadenado a la arena?
             
              7 En su reprimenda está temblando, se seca y todos sus peces                mueren, así como todo lo que contiene, pero vosotros pecadores                que estáis sobre la tierra, no le teméis .
             
              8 ¿Acaso no ha hecho Él el cielo y la tierra y todo                lo que contienen? ¿Quién a dado la ciencia y la sabiduría                a todos los que se mueven en la tierra y en el mar?
             
              9 Los pilotos de los navíos no le temen al mar y los pecadores                no le temen al Más Alto.
             
             
             
              Capítulo 102
             
              1 En esos días si Él lanza sobre vosotros un fuego                terrible ¿a dónde huiréis y cómo os                salvaréis? Y si lanza su palabra sobre vosotros ¿no                estaréis consternados y no temblaréis?
             
              2 Todas las luminarias serán presas de un gran temor y la                tierra entera estará aterrada, temblará y se alarmará.               
             
              3 Todos los ángeles ejecutarán sus órdenes                y buscarán ocultarse a sí mismos de la presencia de                la Gran Gloria; los hijos de la tierra temblarán y se estremecerán                y vosotros pecadores seréis malditos para siempre y no tendréis                paz.
             
              4 No temáis vosotras, almas de los justos; tened esperanza                vosotros que habéis muerto en la justicia.
             
              5 No os entristezcáis si vuestra alma h descendido con dolor                a la tumba y si a vuestro cuerpo no le ha ido en vida de acuerdo                con vuestra bondad. En cambio, espera el día del juicio de                los pecadores, el día de la maldición y el castigo                .
             
              6 Cuando morís, los pecadores dicen de vosotros: "Tal como                nosotros estamos muertos, los justos están muertos, ¿que                provecho han sacado de sus obras?
             
              7 "Al igual que nosotros ellos han muerto en la tristeza y en las                tinieblas y ¿qué tienen de más que nosotros?                Desde ahora somos iguales.
             
              8 "¿Qué se llevarán y qué verán                en la eternidad? Porque he aquí que ellos han muerto también                y desde ahora no verán la luz".
             
              9 Yo os digo: "A vosotros pecadores os basta comer y beber, robar,                pecar, despojar a los hombres, adquirir riquezas y vivir felices                días.
              (Is 22:15; 1Co 15:32)
             
              10 "¿Habéis visto el final de los justos? No se ha                encontrado en ellos ninguna clase de violencia hasta su muerte.
             
              11 "Sin embargo han muerto, ha sido como si no hubieran sido y sus                vidas han bajado a la tumba en la aflicción.
             
             
             
              Capítulo 103
             
              1 "Pero, ahora os juro a vosotros justos, por la gloria del Grande,                del Glorioso, del Poderoso en dominio y por su grandeza:
             
              2 "Conozco el misterio, lo he leído en las tablillas del                cielo, he visto el libro de los santos y he encontrado escrito y                registrado en ellos:
             
              3 que todo bienestar, alegría y gloria están preparados                para ellos y escritos para los que han muerto en la justicia; numerosos                bienes os serán dados en recompensa de vuestros trabajos                y vuestro destino será mejor que el de los vivos.
              (Is 42:20, 64:3; Jr 3:16; 1Co 2:9)
             
              4 "Las almas de vosotros los que habéis muerto en la justicia                vivirán y se alegrarán y vuestro espíritu y                vuestra memoria no perecerán ante la presencia del Grande                por todas las generaciones del mundo y desde ahí no temeréis                la afrenta".
             
              5 ¡Desgraciados vosotros que habéis muerto pecadores!                Si morís en la riqueza de vuestros pecados, los que son como                vosotros dicen: "Dichosos estos pecadores que han visto todos sus                días,
             
              6 y ahora han muerto en el placer y en las riquezas y no han visto                en su vida la tribulación ni el asesinato, han muerto en                la gloria y no se ha proferido juicio contra ellos en vida".
             
              7 Sabed que hará descender vuestras almas al seol, serán                allí desgraciadas y su sufrimiento será grande
             
              8 en las tinieblas, las cadenas y el fuego ardiente, allí                en donde se ejecutará el gran castigo. ¡Desgraciados                vosotros porque no tendréis paz!.
             
              9 No digáis al observar a los justos y buenos que están                con vida: "Durante su vida han trabajado laboriosamente y experimentado                mucho sufrimiento, han conocido muchos males, han sido consumidos,                disminuidos y su espíritu humillado.
             
              10 "Han sido destruidos y no han encontrado a nadie que los ayude                ni con una palabra, han sido torturados y no esperan ver la vida                al día siguiente.
             
              11 "Esperaban ser la cabeza pero son la cola. han sufrido trabajando                pero no disponen del fruto de su trabajo; son alimento de los pecadores                y los malvado han descargado su yugo sobre ellos.
             
              12 "Les han dominado los que los odian y los que los agreden. Ante                quines los odian han bajado la cabeza y ellos no han tenido piedad.
             
              13 "Han intentado alejarse de ellos para escapar y descansar pero                no han encontrado a dónde huir ni cómo escapar de                ellos.
             
              14 "Se han quejado ante los gobernantes por su tribulación                y han gritado contra quienes los devoran, pero sus gritos no han                sido atendidos ni escucharían su voz,
             
              15 porque los gobernantes ayudan a los que los despojan y devoran,                a los que han reducido su número; encubren la opresión;                no retiran el yugo de los que los devoran, desplazan y matan; ocultan                su violencia y no recuerdan que han levantado su mano contra Él".
             
             
             
              Capítulo 104
             
              1 Os lo juro, en el cielo los ángeles se acuerdan de vosotros                para bien, en presencia de la Gloria del Grande.
             
              2 Esperad, aunque primero habéis sido afligidos con la desgracia                y el sufrimiento, ahora brillaréis como las luminarias del                cielo. Apareceréis y brillaréis y la puerta del cielo                se abrirá ante vosotros.
              (Mt 5:5-12)
             
              3 Con vuestro grito, gritad por justicia y ella aparecerá                para vosotros, porque toda vuestra tribulación será                visitada en los gobernantes y en todos los que han ayudado a quienes                os despojan.
             
              4 Esperad y no renunciéis a vuestra esperanza porque disfrutaréis                de una gran alegría, como los ángeles en el cielo.
             
              5 ¿Qué debéis hacer? No tendréis que                esconderos el día del gran juicio, no seréis tomados                por pecadores, el juicio eterno caerá lejos de vosotros para                todas las generaciones del mundo.
             
              6 Ahora no temáis, oh justos, cuando veáis a los pecadores                crecer en fuerza y prosperidad en sus caminos ni os asociéis                con ellos sino manteneos alejados de su violencia, porque vosotros                seréis socios de las huestes de los cielos.
             
              7 Aunque vosotros pecadores digáis: "Ninguno de nuestros                pecados debe ser investigado ni registrado", sin embargo vuestros                pecados son anotados todos los días.
             
              8 Ahora os muestro que la luz y las tinieblas, el día y la                noche vienen sobre vosotros. (Jn 3:20; Ef 5:13)
             
              9 No seáis impíos en vuestros corazones, no mintáis                ni alteréis la palabra de la verdad, no acuséis de                mentirosa a la palabra del Santo y del Grande, no toméis                en cuenta a vuestros ídolos porque todas vuestras mentiras                e impiedades no os serán imputadas como justicia sino como                un gran pecado.
             
              10 Ahora sé este misterio: los pecadores alterarán                y desnaturalizarán en muchas formas la palabra de verdad                y proferirán palabras inicuas, mentirán e inventarán                grandes falsedades y escribirán libros sobre sus palabras.
             
              11 Sin embargo si ellos escriben verdaderamente toda mi palabra                en sus idiomas y si no alteran ni abrevian mis palabras, sino que                escriben todo según la verdad, todo eso lo testificaré                de primero en favor de ellos.
              (Fp 1:18)
             
              12 Sé otro misterio: las escrituras serán dadas a                los justos y a los sabios para comunicar alegría, rectitud                y mucha sabiduría.
             
              13 Las escrituras les serán dadas, ellos creerán y                se regocijarán en ellas; se alegrarán todos los justos                al aprender de ellas todos los caminos de justicia.
             
             
             
              Capítulo 105
             
              1 En esos días el Señor les designó entre los                hijos de la tierra para leerlas y para darles testimonio sobre su                sabiduría, diciéndoles: "Enseñádselo,                porque seréis sus guías y recibiréis las recompensas;                entre todos los hijos de la tierra vosotros tendréis toda                recompensa.
             
              2 ¡Alegraos pues, hijos de la justicia, tendréis paz!                Amen
             
             
             
              Fragmento del Libro de Noé
             
             
             
              Capítulo 106
             
              1 Pasado un tiempo tomé yo, Enoc, una mujer para Matusalén                mi hijo y ella le parió un hijo a quien puso por nombre Lamec                diciendo: "Ciertamente ha sido humillada la justicia hasta este                día". Cuando llegó a la madurez tomó Matusalén                para él una mujer y ella quedó embarazada de él                y le dio a luz un hijo.
              (Gn 5:25,28)
             
              2 Cuando el niño nació su carne era más blanca                que la nieve mas roja que la rosa, su pelo era blanco como la lana                pura, espeso y brillante. Cuando abrió los ojos iluminó                toda la casa como el sol y toda la casa estuvo resplandeciente.               
             
              3 Entonces el niño se levantó de las manos de la partera,                abrió la boca y le habló al Señor de justicia.
             
              4 El temor se apoderó de su padre Lamec y huyó y fue                hasta donde su padre Matusalén.
             
              5 Le dijo: "He puesto en el mundo un hijo diferente, no es como                los hombres sino que parece un hijo de los ángeles del cielo,                su naturaleza es diferente, no es como nosotros; sus ojos son como                los rayos del sol y su rostro es esplendoroso.
             
              6 "Me parece que no fue engendrado por mí sino por los ángeles                y temo que se realice un prodigio durante su vida.
             
              7 "Ahora, padre mío, te suplico y te imploro que vayas a                lado de Enoc nuestro padre y conozcas con él la verdad, ya                que su residencia está con los ángeles".
             
              8 Así pues cuando Matusalén hubo oído las palabras                de su hijo, vino havia mí en los confines de la tierra, porque                se había enterado que yo estaba allí; gritó                y oí su voz; fui a él y le dije: "Heme aquí                hijo mío ¿por qué has venido hacia mí?".
             
              9 Me dijo: "He venido hacia ti debido a una gran inquietud y a causa                de una visión a la que me he acercado.
             
              10 Ahora escúchame padre mío, le ha nacido un hijo                a mi hijo Lamec, que no se parece a él, su naturaleza no                es como la naturaleza humana, su color es más blanco que                la nieve y más rojo que la rosa, los cabellos de su cabeza                son más blancos que la lana blanca, sus ojos son como los                rayos del sol y al abrirse han iluminado toda la casa.
             
              11 "Se ha levantado de las manos de la partera , ha abierto la boca                y ha bendecido al Señor del cielo.
             
              12 "Su padre Lamec ha sido presa del temor y ha huido hacia mí,                no cree que sea suyo sino de los ángeles del cielo y heme                aquí que he venido hacia ti para que me des a conocer la                verdad".
             
              13 Entonces yo Enoc, le respondí diciendo: "Ciertamente restaurará                el Señor su ley sobre la tierra, según vi y te conté,                hijo mío. En los días de Yared, mi padre, transgredieron                la palabra del Señor.
             
              14 "He aquí que pecaron, transgredieron la ley del Señor,                la cambiaron para ir con mujeres y pecar con ellas; desposaron a                algunas de ellas, que dieron a luz criaturas no semejantes a los                espíritus, sino carnales.
             
              15 "Habrá por eso gran cólera y diluvio sobre la tierra                y se hará gran destrucción durante un año.               
             
              16 "Pero ese niño que os ha nacido y sus tres hijos, serán                salvados cuando mueran los que hay sobre la tierra.
             
              17 "Entonces descansará la tierra y será purificada                de la gran corrupción.
             
              18 "Ahora di a Lamec: 'él es tu hijo en verdad y sin mentiras,                es tuyo este niño que ha nacido'; que le llame Noé                porque será vuestro descanso cuando descanséis en                él y será vuestra salvación, porque serán                salvados él y sus hijos de la corrupción de la tierra,                causada por todos los pecadores y por los impíos de la tierra,                que habrá en sus días.
              (Gn 5:29)
             
              19 "A continuación habrá una injusticia aun mayor                que esta que se habrá consumado en sus días. Pues                yo conozco los misterios del Señor, que los santos me han                contado y me han revelado y que leí en las tablas del cielo.
             
             
             
              Capítulo 107
             
              1 "Yo vi escrito en ellas que generación tras generación                obrará el mal de este modo, y habrá maldad hasta que                se levanten generaciones de justicia, la impiedad y la maldad terminen                y la violencia desaparezca de la tierra y hasta que el bien venga                a la tierra sobre ellos.
             
              2 "Ahora, ve Lamec, tú hijo, y dile que este niño                es, de verdad y sin mentiras, su hijo".
             
              3 Y cuando Matusalén hubo escuchado la palabra de su padre                Enoc, que le había revelado todas las cosas secretas, él                regresó y la hizo conocer y le dio a este niño el                nombre de Noé, pues él debía consolar la tierra                de toda la destrucción.
             
             
             
              Capítulo 108
             
              1 [Otro libro que escribió Enoc para su hijo Matusalén                y para aquellos que vendrán después de él y                guardarán la ley en los últimos días.
             
              2 Vosotros habéis obrado bien, esperad estos días                hasta que el final sea consumado para los que obran mal y hasta                que sea consumido el poder de los pecadores.
             
              3 Esperad porque verdaderamente el pecado pasará y el nombre                de los pecadores será borrado del libro de la vida y del                libro de los santos; y su semilla será destruida para siempre,                sus espíritus serán muertos, se lamentarán                en un desierto caótico y arderán en el fuego porque                allí no habrá tierra.
             
              4 Observé allí una nube que no se veía bien                porque a causa de su profundidad no podía mirar por encima;                vi una llama de fuego ardiendo resplandecer y como montañas                brillantes que daban vueltas y se arrastraban de un lado para otro.
             
              5 Le pregunté a uno de los ángeles santos, que iba                conmigo, y le dije: "¿Qué es se objeto brillante?"                Porque no es el cielo sino solamente una llama brillante que arde                y un estruendo de gritos, llantos, lamentos y gran sufrimiento.
             
              6 Me dijo: " A este lugar que ves allí son arrojadas las                almas de los pecadores, de los impíos, de los que obran mal                y de todos aquellos que alteren lo que el Señor ha dicho                por boca de los profetas, lo que será.
             
              7 Porque algunas de estas cosas están escritas en libros                y otras grabadas en lo alto del cielo para que los ángeles                y los santos las lean y sepan lo que ocurrirá a los pecadores,                a los espíritus humildes, a quienes han afligido sus cuerpos                y han sido recompensados por Dios y a quienes han sido ultrajados                por los malvados;
             
              8 a quienes han amado a Dios y no han amado el oro ni la plata ni                ninguna de las riquezas de este mundo y sus cuerpos han sido torturados;                (Mt 6:24; Lc 16:13)
             
              9 a quienes después de existir no han deseado alimento terrestre,                son mirados como una brisa que pasa y viven de acuerdo con ello                y el Señor ha probado sus almas y las ha encontrado puras                para bendecir su nombre.
             
              10 He expuesto en los libros toda su bendición: Él                les ha recompensado pues ha sido hallado que aman más al                cielo que al solo de este mundo y mientras eran pisoteadas por los                malvados y oían las ofensas y maldiciones y eran ultrajadas,                ellas me bendecían.
             
              11 Ahora apelaré a los espíritus de los buenos ente                las generaciones de luz y transformaré a quienes han nacido                en tinieblas y no han recibido en su cuerpo honor y gloria ni recompensa                como convenía a su fe.
             
              12 Exhibiré en una luz resplandeciente a quienes han amado                mi nombre santo y los haré sentar en un trono.
             
              13 Brillarán por tiempos innumerables, pues el juicio de                Dios es justo y Él restaurará la fidelidad de los                fieles en la morada de los caminos de la verdad. (4Es 2:35)
             
              14 Ellos verán arrojar en las tinieblas a quienes han vivido                en las tinieblas, mientras que los justos brillarán.
             
              15 Los pecadores gritaran fuerte y los verán brillar a ellos,                que verdaderamente saldrán los días y tiempos que                están prescritos para ellos.]
             
             
             
              * Traducido al castellano desde dos versiones inglesas, editadas                por Robert H. Charles y Hedley F. Sparks, y desde la versión                francesa de François Martin; las tres a su vez traducidas                de los manuscritos etíopes, cotejados con manuscritos griegos;                corregidas además estas versiones de acuerdo con los manuscritos                arameos de Qumrân (4QEn - 4QEnastr), editados por Josef T.                Milik, traducidos al castellano por Florentino                García M.
             
              Los versículos y apartes incluidos [entre paréntesis]                muy probablemente no forman parte del libro, especialmente el "Capítulo                108", que expresamente declara ser el comienzo de otro libro. Sin                embargo, se encuentran en varios manuscritos etíopes o griegos,                por lo que han sido incluidos en esta traducción para que                los lectores formen su propio criterio al respecto.
             
              En el respectivo versículo, se citan adicionalmente(referencias                a) otros libros.
             
              Referencias a Enoc se encuentran en múltiples versículos                del Nuevo Testamento (v.g. Mt 3:12, 5:4-12, 11:28, 13:31-32, 24:14,                27, 26:64; Mc 13:10,26, 14:21,62; Lc 1:52, 2:14, 6:24, 9:35, 16:13,                23-31, 24:36; Jn 3:20; Co 6:3; Ef 3:18;5:13; Flp 1:18; 2Ts 2:2;                Hb 11:5; 1P 3:14; Ap 3:17, 6:10, 8:2, 12:16, 16:14, 19:19, 20:1-3,                21:23-24).
             
              Los primeros cristianos tuvieron gran aprecio por el Libro de Enoc,                como lo atestiguan las epístolas canónicas de Judas                (6 y 14-16) y 2 Pedro (2:4), así como la no canónica                de Bernabé y los escritos de Justino Mártir (100-165),                Atenágoras (170); Tatiano (110-172); Irineo, Obispo de Lyon                (115-185); Clemente de Alejandría (150-220); Tertuliano (160-230);                Lactantio (260-325) y además los de Metodio de Filipo, Minucius                Felix, Comodiano y Prisciliano (m. 385).
             
             
              Esta publicación no tienen ningún ánimo de                lucro,
              el trabajo de traducción fue hecho gratuitamente, con fines                estrictamente espirituales y
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              El traductor                espera que el mayor número de lectores de lengua castellana                pueda nutrirse libremente del legado espiritual de esta obra y que                cada vez más personas puedan descubrir el aporte de los hombres                justos que escribieron este y otros escritos intertestamentarios,                preparando la venida del Cristo y la Nueva Alianza.
             
              Especialmente, espera el tradutor que la lectura de este libro ayude                a entender mejor la Buena Noticia de Jesús Cristo.
Dios me llevo a esta imagen por medio de Google Earth, esta al lado de un abismo como dice la biblia en Isaias 14 versiculos 15-17. Esta en el continente Africano en Mauritania 40 millas al sur de la ciudad de Zeurat, la capital de esta es Tiris. Que Jehová les bendiga a ustedes y los mantenga bajo su manto de salvación por medio de la sangre de su Hijo Jesucristo. Arrepientete de tus pecados y acepta a Jesucristo en tu corazón como tu único y propicio salvador y se salvo.
Latitud y Longitud en la parte de abajo de la Foto
Apolion a 25 Millas De Altura
Hice algunas notas
Hice Notas en esta foto
Cabeza de 6,000 a 7,000 pies o mas de ancho
Este es un acercamiento
Fijense que hay una mano con algo dentro de ella
Apocalipsis 9 del 1-11 "Cabello como de mujer" Versiculo 8
A muchas millas de altura
Este vinculo va a abrir tu programa de Google Earth y te va a llevar a Mauritania Africa
Sahara Bulls Eye , El Ojo del Sahara
Esto esta localizado a unas 100 millas suroeste de Apolion/Abaddon/Lucifer , aqui es donde yo pienso que se estrello contra el planeta cuando fue lanzado desde el cielo
Testimonios De Eventos Sobrenaturales
LISTA DE VIDEOS MUSICALES Y EMISORAS DE RADIO
Pelicula y Audio Poderosos
- * Jannet Balderas Canela siendo una niña de 8 años fue llevada al Cielo y ella describe aqui sus experiencias
 - * Muchos Videos del Cielo Y Infierno por testigos* en Español
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Mensaje de la esposa del Evangelista Lazaro Santana
Viviendo Confiadamente
Por Josefa (Mima) Santana
Sobre la autora: Josefa Santana sirvió fielmente al Señor al lado de su esposo el Evangelista Lázaro Santana toda su vida. Fue una esposa y madre ejemplar,
conocida especialmente por su tierno y dulce espíritu. Los hermanos Santana fueron bendecidos con 7 hijos, 14 nietos y 4 biznietos.
(Uno de los mensajes predicado por la hermana Josefa Santana, reducido y adaptado para este artículo).
“Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre.” Salmo 125:1
A veces es difícil no sentir ansiedad, de vez en cuando, al ver las noticias cada noche y darse cuenta de la violencia e injusticia, y nuestro corazón siente la carga y el dolor de los que están sufriendo. Pero gracias a Dios que como hijas de El, nosotras tenemos una confianza segura que nada ni nadie nos podrá quitar. No es una confianza en nosotras mismas, ni en lo que poseemos, tampoco en nuestras habilidades o fuerzas, sino que es una confianza arraigada, cimentada y centrada en Jesucristo. Es la clase de confianza que la Palabra de Dios llama, “el ancla para nuestras almas” (Hebreos 6:19).
El apóstol Pablo, escribió en Filipenses 1:6, mientras que estaba en la prisión: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” El compartió este hermoso mensaje con su estimado amigo Timoteo. Hoy tenemos por lo menos tres razones por la cual él podía vivir confiadamente, a pesar de lo que estaba pasando. Estas tres razones pueden ser también para nosotras anclas a las cuales podemos aferrarnos, no importa lo que esté pasando a nuestro alrededor y las circunstancias en las que nos encontremos.
Podemos vivir confiadamente porque sabemos quién es Dios.
La razón por la cual Pablo vivía confiadamente era porque él estaba completamente seguro en el carácter de Dios. El no puso su mirada o sus esperanzas en lo que él estaba viendo a su alrededor, o aun en lo que estaba viviendo en ese momento. Pablo estaba confiando plenamente de que Dios estaba en control de todas las cosas. Dios no nos promete que entenderemos todas las cosas, pero Él si nos pide que confiemos en Él. Mi confianza es inconmovible porque descansa en el hecho de que Dios es soberano, por eso puedo vivir confiadamente descansando en Él.
Podemos vivir confiadamente porque Dios nos conoce personalmente.
A veces es más fácil confiar en Dios con los eventos grandes de la vida que en las cosas íntimas y que parecen insignificantes para nosotros. Que hermoso es saber que el mismo creador del universo, también está al tanto de mí y conoce cada detalle íntimo de mi vida e incluso sabe el número de cabellos en mi cabeza (Mateo 10:30). Esto significa que cada evento de mi vida es parte de Su plan perfecto—incluyendo las cosas y las situaciones que yo no entiendo. Por lo tanto, yo puedo vivir confiadamente porque se que Dios está al tanto de cada detalle de mi vida.
Podemos vivir confiadamente porque conocemos el final de la historia.
Pablo no tenía duda alguna, al escribirle a su amigo Timoteo, sobre el glorioso final de la historia. Sea cual sea la circunstancia por la cual Dios nos permita pasar—las persecuciones, los falsos profetas, políticos sin integridad, los conflictos de la vida, o las tragedias personales—Dios siempre tendrá la última palabra en la historia de cada persona. Es por eso que Pablo podía decir, "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo: ¡Regocijaos!. . . Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración” — ¿Y cuál es el resultado de vivir de esta manera? “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:4-7).
Querida hermana, nosotras podemos enfrentar, no solo el Año Nuevo, sino que en cualquier situación en la vida viviendo confiadamente, sabiendo que nuestras vidas y nuestras familias están seguras en las manos de Dios.
